22 niños gijoneses faltaron al colegio por miedo de sus familias a la covid
Ocho de esos casos fueron notificados a la Fiscalía de Menores | En total, el curso pasado se detectaron 124 casos de absentismo en los centros escolares de Gijón
22 niños gijoneses faltaron al colegio por miedo de sus familias al contagio por covid o por su rechazo a las medidas de protección asociadas a la pandemia. Según el informe de evaluación del Proyecto de Absentismo presentado esta mañana en el Ayuntamiento de Gijón, durante el curso pasado esos 22 escolares tuvieron más de un 20% de faltas de asistencia injustificada pese a las medidas tomadas por sus centros educativos. En la mayoría de estos casos se consiguió persuadir a las familias para que llevaran a sus hijos al colegio, aunque la subcomisión operativa de apoyo al proyecto se vio obligada a notificar ocho casos de absentismo a la Fiscalía de Menores, en su mayoría relacionados con ese miedo al covid.
Si se tienen en cuenta tanto los casos en los que los menores se ausentaron únicamente por medio al contagio o por el rechazo de las medidas de protección como aquellos en los que además de las circunstancias asociadas a la pandemia se detectaron problemáticas adicionales, serían 48 los casos de absentismo escolar vinculados a la covid-19.
En total, según detalló la coordinadora del proyecto Ana Luisa Gutiérrez, durante el curso pasado se detectaron 124 casos de absentismo escolar entre los 21.527 alumnos matriculados en los centros públicos y concertados de Educación Primaria y Secundaria de la ciudad. Esto supone un incremento de un 4% respecto al curso 2018-2019, el anterior al inicio de la pandemia. Así, la tasa de absentismo del municipio es del 0,58%.
Estas 124 notificaciones correspondieron a 37 centros educativos, 20 de Primaria y 17 de Secundaria. En cuanto al perfil del alumnado que falta a clase, predominan los niños, aunque la diferencia no es significativa (55-45%), y el mayor número de casos se da en Secundaria, especialmente en la franja de edad de entre 12 y 14 años, siendo el curso con más ausencias 2º de la ESO.
Un 46% de los casos evolucionaron positivamente
El absentismo, indicó la experta, «se asocia a la fragilidad socioeconómica de las familias. Suelen ser familias donde las figuras parentales tienen un empleo precario», situación que se da en un 72% de las madres y un 52% de los padres tutores.
Respecto al curso 2018-2019 se detecta un aumento de familias biparentales, mientras que otros cursos predominaban las monoparentales, encabezadas por mujeres. En esta ocasión, los niños que faltaron a clase tenían los dos progenitores (en un 67% de los casos), frente a un 33% de familias monoparentales.
Una vez detectados los casos, intervienen organismos como la Fundación Municipal de Servicios Sociales (FMSS), el Servicio de Inspección Educativa de la Consejería de Educación e incluso la Policía Local, que analizan las situaciones particulares de cada alumno, se entrevistan con las familias y evalúan si el absentismo tiene que ver con alguna negligencia. Un 46% de los casos evolucionaron positivamente, consiguiendo que desapareciera el absentismo o que hubiera una importante reducción de las faltas. Un 27% de los casos pasaron al sistema de protección.