Javi Savoy, ante el cierre del local: «En Gijón hay un núcleo de amantes del rock que van a luchar por él hasta su último aliento»
«En el Savoy de Dindurra aún nos queda cuerda para rato. Mi mujer y yo vamos a concentar allí la fuerza que nos queda»
Javier Egocheaga (Gijón, 1964), conocido por Javi Savoy, apura sus últimos días al frente de la emblemática sala de conciertos de la calle Covadonga que ... el próximo fin de semana cerrará de forma definitiva. Un templo de la música en directo a cuyo escenario se han subido el Gran Wyoming, M-Clan, el guitarrista de Bob Dylan Charlie Sexton... Explica que se repliega para centrarse en el local que tiene en propiedad en la calle Dindurra desde 1989, el Savoy de toda la vida, para poder llevar una existencia más relajada, objetivo que se había marcado al cumplir los 60.
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-En las últimas semanas uno de los temas recurrentes de conversación en la ciudad ha sido el cierre del Club Savoy, que dejará paso a una nueva hamburguesería y no pocos se han echado las manos a la cabeza...
-Todos nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, pero nosotros ya vivimos algo parecido en 2011 cuando dimos por cerrada la etapa del local de la calle Pelayo donde pasamos cinco años maravillosos de conciertos que llegaron a su fin. En aquel momento también se armó un revuelo tremendo, pero no murió nadie y la música no paró.
-Aquel cierre fue motivado por la ley antitabaco y el precio del alquiler, ¿qué razones hay detrás de éste?
-Esta decisión de ahora es como el final de un viaje. Cuando cerré el otro me hacía mucha ilusión seguir apostando por la música en directo y cuando este local llegó a mi vida y vi las posibilidades que tenía nos planteamos que fuera la opción más completa: un lugar donde comer, donde bailar, ver grupos en directo, con un horario que diera cabida a familias y a todos los públicos... Llevamos nuestra filosofía a gente que ni se podía imaginar que le pudiera gustar y que nos miraba como si fuéramos rockeros locos. Me queda el sabor de boca de haber cumplido el objetivo.
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-Pero por qué decide parar justo ahora.
-Tiene que ver con mi edad. Soy de 1964 y ya he hecho los 60. Con la llegada a la sexta planta tengo la sensación de que no me queda mucho tiempo que perder para realizar los sueños que me quedan. Llevaba un año comentando en círculos próximos la idea de dejar este local y hasta aquí hemos llegado.
-El cierre de la sala de conciertos les dejará solo con la ocupación del Savoy primigenio, el de la calle Dindurra.
-Allí aún nos queda cuerda para rato. Ese local es nuestro, con lo cual la filosofía es como tener nuestra salita de casa abierta al público. Cada detalle, como la colección de discos, tiene su historia. La idea de mi mujer (Pilar Matos) y mía es trabajar un poco menos y concentrar la fuerza que nos queda en un solo punto. Allí estaremos cada fin de semana escuchando discos, tomando un trago y hablando con la gente de la vida.
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-¿Cómo se va a organizar la despedida del local de Covadonga?
-La fiesta final comienza este jueves con la última Jam Session que para mucha gente sirvió de conexión y permitió la creación de grupos. El viernes y el sábado desfilaremos por el escenario. Tristemente no estarán todos los que lo merecían. Recordaremos a Lucas y los Patosos, a Los Paramétricos y estará mi hija Brenda con su grupo Honky Tonk Heels. Estarán también grupos como Look Out, Querida Margot, Tuscany Valley de Rafa Kas y un largo etcétera.
-¿No queda un poco huérfano Gijón de música en directo tras el cierre del Club Savoy?
-Se va a echar en falta me parece, pero he visto a lo largo de mi vida que siempre que se cierra una puerta se abre una ventana. Seguramente hay más de un lugar en que se está planteando a su manera recoger el testigo. Me consta que hay un núcleo de amantes del rock que van a luchar por él hasta su último aliento. Esperemos que el Ayuntamiento dé facilidades y lo mismo que genera un programa de fiestas veraniego o que contempla actividades como Arte en la Calle, pues podía contemplar llevar el arte también a los locales para que se toque en vivo con más iniciativas como Siente Xixón. También sería genial que un ente como el Ayuntamiento valorase la idea que, del mismo modo que tienen auditorios y teatros para hacer obras, se plantease un formato similar para crear empleos y ofrecer música en directo en el entorno apropiado más allá de poner a una banda de hard rock a tocar a las siete de la tarde.
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-Hasta la alcaldesa se apenó por redes sociales por la pérdida de un referente de la cultura popular...
-No molestan esos comentarios pero bueno sería bonito que más allá de esos comentarios pasase alguna cosa más. A esa sonda que lanzo se podrían sumar organizaciones como la Sociedad General de Autores (SGAE) y la asociación de hostelería.
–¿Qué pasará con la decoración del club que no se lleve a casa o al local de Dindurra?
–Los futuros inquilinos, A Toda Mesa, quieren promover algún tipo de subasta benéfica para que la gente que quiera pueda llevarse un recuerdo del Savoy y colaborar con una buena causa como puede ser la Cocina Económica.
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