Gijón prepara medidas en el centro para agilizar la circulación tras el corte del Muro
Al reajuste de semáforos en Uría seguirán cambios en la avenida de la Costa y Doctor Fleming. A medio plazo se complicará usar el coche en el casco urbano
RAMÓN MUÑIZ
GIJÓN.
Martes, 6 de octubre 2020, 00:33
La peatonalización lanzada sobre el Muro está modificando las rutas habituales de los conductores y, con ellas, la presión por la red viaria. Si se analiza el promedio de circulaciones del mes de septiembre con el registrado un año antes, resulta que Emilio Tuya es ahora utilizada por un 10% menos de vehículos, Felipe Menéndez tiene una reducción de entre el 20 y el 30%, en San Bernardo tras el cruce con Jovellanos ha decaído un 22% y en Munuza el desplome es del 40%. A estos descensos ayuda la supresión de plazas de aparcamiento en Claudio Alvargonzález para poner terrazas, algo que ha expulsado a quienes allí buscaban sitio para el coche. La suma de ambos factores provoca descensos de tráfico en toda la zona de Menéndez Valdés, Fomento y el Carmen.
En el lado opuesto, el tráfico de septiembre fue un 50% superior al del año pasado en Uría, un 25% más alto en la avenida Castilla hacia el interior de la ciudad y creció el 17% en la avenida de la Costa. El Ayuntamiento está haciendo seguimiento de estos registros para tomar medidas que mejoren la situación, si bien desde el área de Movilidad se insiste en que «no existe un problema ni atascos más que en momentos muy concretos pues la capacidad de estas vías da para asumir este tráfico».
La variación más acusada, en Uría, se atribuye por ejemplo a que era una vía con escaso tráfico antes y que ahora está gestionando mejor su nueva demanda gracias a un reajuste que se practicó semanas atrás en los semáforos.
Reacción sorprendente
Ha sorprendido que Emilio Tuya pierda aprovechamiento tras la peatonalización del Muro, pese a que ofrece a los vecinos del paseo marítimo una salida más directa hacia la Costa y la ronda. «Es una muestra de que el mejor estudio de comportamiento lo da en ocasiones experiencias tácticas como esta», indican desde el área de Movilidad. El resultado quizá se deba a que persiste la costumbre de buscar la salida de la ciudad por Rufo García Rendueles. Para recordar a los conductores que tienen otra opción más cómoda se instaló ya un letrero amarillo a la entrada de Emilio Tuya advirtiendo de las conexiones que ofrece.
Eso en lo ya hecho. El resultado de la avenida Castilla aconseja seguir tomando medidas. Sube la presión en sentido hacia el interior, pero ha descendido en las circulaciones hacia la playa. Para adaptarse mejor a este escenario se trabaja en una reforma entre las intersecciones con Ezcurdia y Pablo Iglesias que permita dotar a los conductores que van en sentido hacia El Coto de un tercer carril, espacio que se restará a los que circulan hacia la playa. La presión en esta zona se espera también aliviar poniendo Doctor Fleming de doble sentido, tal y como avanzó EL COMERCIO.
La clave del naranja
Estos datos se trasladarán a la comisión de trabajo que se creará en los próximos días con el objeto de definir las directrices para una reforma definitiva del Muro. Con todo, la supervisión del tráfico y la activación de medidas que permitan mejorarlo en los puntos más conflictivos es una tarea que va más allá, con una hoja de ruta que pasa por la nueva el futuro plan de Movilidad y la Ordenanza del mismo área.
El objetivo que persigue el Ayuntamiento con estas herramientas es el de ir conformando a medio y largo plazo una ciudad en la que quien llega desde fuera en coche no pueda estacionar en superficie dentro y deba quedarse en los aparcamientos disuasorios de las entradas o conducirse hasta los parkings subterráneos existentes en torno al centro.
Para ello la ordenanza que se votará en la comisión de Movilidad el viernes -y que ha incorporado 91 enmiendas parciales y 18 transaccionales- incluye un nuevo tipo de zona, la naranja, donde solo pueden dejar el coche los residentes en ese barrio. La alternativa al conductor foráneo estará pues en el disuasorio o una red de parkings cuyas posibilidades de mejora y ampliación son objeto ahora de un estudio. Hay además el interés manifestado por varias empresas por hacerse con nuevas concesiones en La Calzada y la zona centro.
Las calles de color naranja penalizan al conductor foráneo, pero también al vecino de Gijón que pretenda seguir usando el coche para moverse de un barrio a otro. Según los cálculos del Principado, el 40% de las veces que los asturianos cogen el vehículo particular es para desplazamientos de menos de diez minutos, algo con lo que las directivas de la UE y la normativa nacional instan a terminar por su impacto en términos de contaminación y consumo energético.