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Gijón tomará medidas para evitar la llegada de más carbón desde El Musel a la playa
El estudio del Incar que identifica el origen portuario de la mayoría del material marca «un antes y un después», afirma Aurelio Martín
RAMÓN MUÑIZ
GIJÓN.
Viernes, 18 de diciembre 2020, 00:51
Después de analizar al microscopio 198 muestras de arena y carbón tomadas a lo largo de la playa de San Lorenzo durante dos años, Isabel Suárez-Ruiz, responsable del laboratorio de Petrografía del Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar), llegó al Ayuntamiento y fue categórica: «Ni se puede ni se debe achacar la presencia de carbón al buque 'Castillo de Salas' ni a eventuales e hipotéticas descargas de carbón en alta mar». Ante la prensa y los grupos municipales, afirmó que el origen de las manchas «hay que buscarlo en áreas cercanas donde se gestionan miles de toneladas de carbón, por ejemplo y con alta probabilidad, en El Musel».
Varias son las pruebas de cargo. En el Archivo Histórico localizó los recibos del carbón que llevaba el granelero hundido en 1986. Eran «cuatro tipos comerciales» de minas del hemisferio norte. Aunque no se almacenó una muestra de la carga del buque, a esos tipos les corresponde un rango de reflectancias determinado. Al microscopio, el 75,3% del carbón recogido en la playa en días normales muestra características incompatibles con ellos, proporción que es del 61,7% de las muestras tomadas en días con manchas negras.
En realidad, en el arenal se han identificado «entre once y trece tipos de carbón distinto». Hay también «antracitas, algo que no venía en el 'Castillo de Salas'». También «coque, que tampoco venía en el barco al que siempre hemos echado la culpa». La doctora en Geología recordó que el Incar conserva una muestra de carbón de San Lorenzo que el Ayuntamiento remitió en 1956, a «30 años del hundimiento del 'Castillo de Salas'».
«Años y paños en el mar»
Sus conclusiones, afirmó, «están soportados en datos, no hay especulaciones». Sobre esa base, puso el acento en el tráfico de granel que caracteriza a El Musel desde su estreno en 1907. «El carbón se coge con cucharas, los dientes no ajustan y el barco no está pegado al muelle», describió. «Tengo fragmentos redondeados que han estado años y paños en el mar», abundó. «La polvareda contamina, pero no levanta trozos de más de dos centímetros de diámetro salvo que sea un huracán», razonó.
La investigación «marca un antes y un después. Hasta ahora teníamos polémica, ahora datos», dijo el concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín. El asunto afecta a varias administraciones y «a quien menos implica competencialmente es al Ayuntamiento, pero no nos podemos desentender», anotó. Toca «dar una respuesta desde la exigencia», comprometió.
El plan anticontaminación de la zona oeste, en el que ha estado trabajando con el Principado y cuya aprobación está prevista en enero o febrero, incluye «medidas que pueden ser parte de la solución», destacó Martín. «A ese plan habrá que hacerle más medidas complementarias», manifestó.
Tras analizar el estudio y pedir aclaraciones del mismo a Suárez-Ruiz, hubo unanimidad en los partidos. En Ciudadanos creen que se ha hecho un trabajo «riguroso y concienzudo» y que toca buscar soluciones aunque «no es sencillo ni barato», en palabras de José Carlos Fernández Sarasola. En Foro sostienen que el Incar confirma «técnicamente lo que en los últimos años venían advirtiendo pero no podían demostrar». Por eso, Jesús Martínez Salvador pide agilidad a la Autoridad Portuaria y recuerda que la alcaldesa es la vicepresidente de la institución.
«Los responsables de tomar medidas se han quedado sin excusas para mirar a otro lado», avaló Laura Tuero, en nombre de Podemos, que reclama cámaras que vigilen la estiba portuaria y «mamparas de gran altura» en los muelles. El estudio «es sólido, consistente» y procede que «entre el Principado, el Ayuntamiento y el Puerto apliquen medidas correctoras», apuntó Alberto López-Asenjo, del PP. «Deberá buscarse una solución que satisfaga a todas las partes implicadas, respetando las exigencias medioambientales sin que sea una nueva causa de detrimento económico para nuestra ciudad», solicitó Eladio de la Concha, por parte de Vox.