El Grupo lleva un mes a la espera de que el Principado le permita utilizar las duchas

Los responsables del Real Grupo de Cultura Covadonga están a la espera de que las autoridades del Principado les permitan reabrir las duchas del club, después de que fueran obligados a clausurarlas con motivo de la pandemia sanitaria. El presidente grupista, Antonio Corripio, mostró ayer su «extrañeza» porque hace justo un mes -el 12 de marzo- que la entidad envió un escrito a la Dirección General de Salud Pública del Principado solicitándole permiso para la reapertura de esas instalaciones. A la vista de que no había contestación, volvieron a solicitarlo el 30 de marzo, pero de nuevo sin respuesta. Y todo ello cuando otras entidades ya tienen sus servicios de ducha abiertos desde hace tiempo, pues solo se mantienen cerrados los de las instalaciones dependientes del Patronato Deportivo Municipal.

Por ejemplo, el Club Natación Santa Olaya recibió el permiso de la Consejería de Salud para abrirlas a partir del 17 de marzo, aunque con distintas condiciones, como la habilitación de dos duchas en el vestuario general femenino, otras tantas en el masculino, tres en el vestuario adaptado y una en los de cursillos femenino y masculino.

En el documento remitido por el Grupo Covadonga a las autoridades regionales se adjuntan diferentes fotografías en las que se observa cómo se han dispuesto los vestuarios y las duchas de la entidad para garantizar la máxima seguridad de los usuarios, pero además el planteamiento propuesto es muy restrictivo. Así, del total de 53 duchas del vestuario general masculino solo se plantea abrir once, y de las 26 del femenino, siete. Además, todas están separadas por mamparas. En el pabellón sur, se propone la apertura de tres de las diez duchas que existen en los vestuarios masculino y femenino.

Pero es que la entidad ha establecido más medidas de seguridad, como la contratación de once personas para una labor exclusiva de vigilancia e higienización de vestuarios, que se suman a la plantilla de personal habitual, conformando un equipo de 21 personas para estas labores. Además, se han colocado 140 dispensadores de hidrogel en todas las instalaciones.

Los trabajadores se encargan, además, de garantizar que se cumplen las medidas establecidas, como el uso obligatorio de mascarilla, las distancias de seguridad, el aforo y el tiempo de permanencia en el vestuario, que es de un máximo de quince minutos, tras el que se limpia la instalación la utilizada.

Los responsables del club explican que, «hasta la fecha, en nuestras instalaciones no se han producido situaciones de riesgo para los socios, ya que con todas las medidas aplicadas hemos convertido el Grupo en un 'entorno seguro' y así se lo hacemos saber a los socios para que sean los principales actores de este logro».