Incendio en Gijón
«La cortina de humo negro daba verdadero pavor»Los vecinos de las viviendas colindantes al incendio de Viesques fueron desalojados por seguridad
La enorme cortina de humo negro que provocó el incendio de un edificio en construcción en Viesques se pudo ver casi desde cualquier punto de la ciudad. Pero sobre todo, fue evidente para los vecinos de las viviendas colindantes. El fuego obligó a desalojar a algunos de ellos de su domicilio por seguridad. «Me asomé a la ventana y me encontré con el humo casi en la cara», relataba a EL COMERCIO, Noelia Martínez, vecina de la zona, quien seguía desde la calle las labores de extinción de la vivienda.
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«La cortina de humo negro daba pavor», contaba también Alejandro Alonso, a quien agentes de la Policía Nacional desalojó de su vivienda, al igual que al resto de vecinos de la misma calle. Al resto les pidió que cerraran las ventanas para evitar la excesiva inhalación de humo.
«La actuación de los bomberos fue espectacular. Entraron sin dudarlo. Su labor es encomiable», dijo Francisco Suárez, otro de los vecinos que fue desalojado de su domicilio.
Alarma en el barrio de Viesques
La alarma saltaba sobre las 11:30 de esta mañana cuando empezó a arder un edificio en contrucción en el barrio de Viesques, en la calle Cangas del Narcea, junto a los Jardines de Pedro Pidal. El fuego generó una gran columna de humo, visible desde distintos puntos de la ciudad. Hasta la zona se desplazaron efectivos de Bomberos así como agentes de la Policía Local y Nacional y personal sanitario.
Según las primeras investigaciones, el fuego se originó en el garaje del edificio, donde se acumulaban materiales plásticos y de madera, lo que provocó que las llamas se propagasen rápidamente. Durante las labores de extinción el fuego alcanzó la obra de construcción contigua al edificio afectado, aunque se logró sofocar rápidamente.
Vecinos de los bloques de viviendas cercanos tuvieron que ser desalojados de sus casas por cuestiones de seguridad. Además, los alumnos del colegio de Montedeva fueron confinados en las aulas también por precaución.
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Los bomberos han tenido que emplear grandes cantidades de agua para intentar sofocar el fuego, que está controlado, y que ha sido «extremo», con temperaturas muy altas, según han explicado a este periódico.
El Ayuntamiento de Gijón apunta que se quemaron 1.500 metros cuadrados de aislamiento térmico de la cubierta del edificio. «Hay daños estructurales derivados de la carga calórica, ya que el viento ayudó a que se avivara el fuego».
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