«Casi incomunicados»
Denunciamos que GIjón, ciudad industrial que lo necesitaba más que ninguna otra, adolecía de un servicio de telégrafos eficaz
Martes, 13 de diciembre 2022, 00:14
Ver para no creer. Allá donde Gijón, paso a paso, iba creciendo y aumentando en importancia, «rodeada de grandes establecimientos fabriles, con su puerto, siempre ... cuajado de buques de distintas nacionalidades; contando con importantes empresas navieras, casas de banca de reconocido crédito, grandes almacenistas al por mayor» y muchas cosas más, resultaba... que no tenía telégrafo. O, mejor dicho, que lo tenía escaso y mal. Denunciaba EL COMERCIO, hace ahora 125 años, que en ocasiones pasaban varios días sin que pudiera telegrafiarse con la capital de España, «viniendo esto», leemos en portada del ejemplar, «a constituir un gran perjuicio y a causar no pocos quebrantos entre las clases mercantiles e industriales, que aportan sus capitales al comercio y a la industria y luego se ven privadas de recibir noticias de sus viajantes y del comercio y de otras plazas».
Y no para poca cosa, por cierto, porque gracias al telégrafo se ordenaba «que se fleten buques o bien para concertar precios en los distintos ramos industriales con que cuenta Gijón». Ocurría que ya no existía, como tiempo atrás, estación central de telégrafos en Gijón, lo que implicaba tener hilo directo a Madrid. Cuando la había, «apenas frecuentaban nuestro puerto más que buques veleros», decíamos, «de los cuales, descontando cuatro o seis de gran porte, los demás eran pequeños, en su mayor parte procedentes de los puertos de Galicia».
Ahora que Gijón contaba cada vez con una industria más potente, ya no era así. ¿La culpa? A nuestro parecer, claro, la tenían los políticos. O, al menos, aquellos «que de nada sirven a los pueblos», pues de justicia era reconocer que haberlos, los había «que pr ellos se interesan». «Hemos conseguido los hilos directos con Santander y Coruña», eso sí era verdad, «y no podemos menos de felicitarnos, porque tal mejora redunda en beneficio de la navegación y del comercio, y al mismo tiempo que enviamos las más expresivas gracias al director general de comunicaciones, no hemos de dejar de mostrarnos reconocidos»... a quienes se lo merecían, ¡nada más!
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