La investigación del saqueo de Huerces revisa chatarrerías y compraventa de oro
La Guardia Civil achaca a la misma banda los robos habidos en dos templos, la Iglesia teme una oleada y los vecinos manifiestan su preocupación
La Guardia Civil busca las piezas sacras robadas en las iglesias de San Martín de Huerces y Pervera (Carreño) en negocios de metales. Las investigaciones avanzan para localizar la custodia, los cálices, el botafumeiro, candelabros y lámparas que fueron sustraídos de ambos templos en una fecha indeterminada de las primeras semanas de agosto.
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Ambos saqueos se atribuyen inicialmente a la misma banda, si bien las pesquisas están aún en fase inicial. En los dos casos actuaron de madrugada, forzando las puertas, revisando todas las estancias (incluidas las sacristías) y descolgando lámparas y otros elementos de metal.
Las fuerzas de seguridad realizan periódicamente inspecciones en chatarrerías y también en tiendas de compra-venta de oro para comprobar si entre el material adquirido figuran objetos robados. Las personas que realizan alguna venta de material tienen la obligación de aportar sus datos personales y una fotografía de su DNI. Se pretende de esta forma evitar que se comercialice con piezas robadas, como puede ser el caso de los botín con los que se hicieron los ladrones en las iglesias de San Martín de Huerces y en Pervera.
Parroquias con poca actividad
El hecho de que muchas iglesias en Asturias permanezcan sin prácticamente actividad ha generado una cierta inquietud en la Iglesia, dada la posibilidad de que se produzcan nuevos saqueos en templos apartados y fáciles de violentar, como fue el caso de los perpetrados en las últimas semanas. No se descarta, además, que ya se hayan producido otros robos que no hayan sido descubiertos aún por los párrocos.
En lo referente a la iglesia de San Martín de Huerces el párroco Fernando Velado, quien descubrió el asalto el miércoles, no pudo precisar el día en el que se produjeron los hechos, ya que la última vez que había acudido al templo fue el 3 de agosto. Desde el fallecimiento del anterior religioso que se ocupaba de la parroquia, José Manuel Alonso, que permaneció en Huerces 40 años, únicamente se celebra misa una vez al mes, por lo que la iglesia permanece cerrada y sin actividad prácticamente siempre.
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«Estamos intranquilos, esta siempre fue una zona pacífica y el saqueo de la iglesia nos ha dejado muy descolocados, primero por la inseguridad y segundo porque la parroquia y todo lo que alberga tiene mucho valor sentimental para el pueblo...», lamenta una vecina, que considera «complicado» que la custodia regrese al templo. «A saber dónde está ya, igual la fundieron y no la volvemos a ver nunca jamás, una pieza que tenía más de cien años...», lamenta.
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