«El grupo Ribera quiere crecer en el Norte y la compra del Covadonga es el primer paso»

–¿Cómo se fraguó esta operación?

–Hace cuatro años cogimos el hospital en unas condiciones muy precarias, hicimos una inversión muy importante para darle la vuelta. Creo que lo hemos conseguido. El hospital está colocándose ya en el sitio que nosotros queríamos. Está haciendo ya actividad quirúrgica para reducir lista de espera del Sespa. Pero para un hospital solo, pequeño y sin apoyos es difícil crecer. Siempre fuimos conscientes de que había que ir de la mano de alguien fuerte porque si no, te comen. Pasa en todos los sectores, pero en el de la sanidad más.

–¿Están tratando de hacerse fuertes ante el futuro desembarco en Gijón del grupo Quirón?

–El desembarco de Quirón está por ver. Todavía no se ha definido del todo. Cuando se defina, serán varios años de construcción... Tampoco estamos pendientes de esa cuestión, pero el que entra primero da dos veces, es así. Lógicamente, Ribera no viene aquí para coger solo el Hospital Covadonga, eso es evidente. Está en un proceso de expansión. En Galicia tiene ya cuatro hospitales y quiere crecer en la Cornisa Cantábrica (en el Norte). Este es un primer paso. Yo me quedo con ellos, porque me obligan además, para iniciar ese proceso de crecimiento a parte del Hospital Covadonga.

–¿Dónde están puestos los ojos?

–Bueno, hay muchas cosas pero todavía nada concreto. Tanto en Asturias como en el resto de la cornisa vamos a valorar las posibilidades que hay. Esa es la ventaja de un gran grupo. Ojo, que ellos son especialistas sobre todo en la gestión de servicios públicos. Son los que lanzaron el 'modelo Alzira'...

–Lo sé, la gestión privada de un servicio sanitario público mediante una concesión administrativa que empezó en la Comunidad Valenciana.

–Ahora, el mayor hospital público de Galicia lo gestiona Ribera. Es un modelo diferente. Servicio público cien por cien, pero gestionado de manera privada.

–¿Y en Asturias le ve encaje?

–En la sanidad asturiana, a día de hoy, lo veo complicado. Pero la política es cambiante...

–Pese al cambio de manos del Hospital Covadonga, usted sigue vinculado al mismo. ¿Qué papel va a jugar en este nuevo escenario?

–Aunque siga siendo el presidente de AVS Salud me tengo que dedicar ahora a Ribera, a optimizar, mejorar y crecer en el sector sanitario. Yo voy con el grupo. Seré un asesor externo que trabaja para el grupo Ribera.

–¿Qué va a implicar la entrada de Ribera en la organización del hospital y en la cartera de servicios?

–Habrá más servicios, más técnicas, más posibilidades de compras y también de especialistas. De hecho, ya estamos notando una demanda importante de médicos por la llegada de Ribera, que haya una empresa potente detrás llama y hay gente que quiere venir para acá porque ve opciones. Pero será algo que irá poco a poco, hasta que no pase un tiempo no se verá.

–¿Y en cuestión de personal?

–Yo estoy muy contento con el personal que tenemos, no se va a cambiar prácticamente nada. Pero el crecimiento lógicamente implicará más personal.

–¿De quién partieron los contactos para esta operación que será oficial el 1 de julio? ¿De AVS Salud? ¿De Ribera?

–Bueno, cuando hicimos la reforma del hospital y quedó tan bien, vinieron a vernos prácticamente todos los grandes grupos sanitarios privados del país: Quirón, Recoletas, Ribera, Caser...

–¿Y por qué se decidieron por Ribera?

–Porque fueron los que a priori más me convencieron. Primero porque apostaron claramente. Y porque me gustó su modelo, su trato, y sobre todo su proyecto, que es lo que más me interesa a mi ahora.

–¿La parte económica pesó?

–No, porque prácticamente era en todos los casos igual. No era una cuestión financiera, sino de funcionamiento y crecimiento.

–¿En cuánto se cerró la operación?

–Prefiero no decirlo. Pero nosotros prácticamente no ganamos nada en la operación.

–¿Y eso?

–Porque el hospital costó un dinero comprarlo y costó un dinero importante renovarlo entero. Ahora vemos que nosotros no tenemos esa capacidad de crecimiento y vale más asociarse con alguien que nos dé ese empuje. Yo lo que quería era que el hospital permaneciera y tuviera un futuro claro y ahora lo tiene. Eso es lo principal. Nuestra ganancia es casi inexistente.

–¿Y qué posibilidades de crecimiento tiene el hospital?

–Bueno, le queda todavía una planta sin tocar, la cuarta, que empezaremos ahora a valorar qué unidades se pueden llevar allí.

–En su momento valoraban ampliar en esa cuarta planta la zona de hospitalización. ¿Se los replantean ahora?

–Mi idea sería crear unidades concretas. Por ejemplo, psiquiatría y alguna otra más, como paliativos.

–Pero unidad de paliativos ya tienen, ¿no?

–Sí, pero no una zona específica.

–¿Qué volumen de actividad tiene ahora mismo el hospital?

–Superamos las dos mil cirugías al año. Cuando lo cogimos, estaba en unas quinientas.