Miles de ramos y palmas se quedarán sin vender
Las floristerías lamentan el stock acumulado con sus negocios forzados al cierre. Solo hay en supermercados, tiendas y algunos quioscos
MARÍA CIDÓN KIERNAN
GIJÓN.
Viernes, 3 de abril 2020, 02:12
Jana García es la propietaria de Flores Lupe, en la céntrica calle Uría. Como todos los comercios que no venden productos 'esenciales', se ha visto obligada al cierre, con las consiguientes las pérdidas económicas debido al estado de alarma, que se acentúan esta semana de Domingo de Ramos. La venta de las palmas para la celebración religiosa es, después del día de la madre y difuntos, la que les aporta más ganancias del año. Por eso, desde enero muchas floristerías de Gijón ya empiezan a trabajar con las hojas de palma, las trenzan y hacen sus propios ramos para sacarlos a la venta antes de Semana Santa.
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Durante los primeros tres días de la cuarentena decretada el 14 de marzo, Jana García seguía trenzando palmas, hasta que su madre le dijo que no perdiera el tiempo porque no iban a poder venderlo. «Es una pasada la cantidad que perdemos con todo eso. Yo tenía cientos de ramos ya preparados, más de 300...», lamenta.
A pesar de la crisis, esta florera ha decidido no vender a domicilio porque considera que «es lo más responsable», aunque, asegura, otros negocios del sector sí lo están haciendo. «Yo me sentiría mal por salir a la calle a repartir ramos, aunque mi vida sí dependa de venderlos, la vida de los demás no depende de que yo lo haga o no», afirma.
Mientras las floristerían pierden ingresos y dejan en stock miles de ramos, otros negocios con permiso para abrir durante la cuarentena ofrecen a sus clientes las palmas tradicionales de la temporada, como el supermercado Alcampo y pequeños comercios de alimentación.
La misa, «por internet»
Marta Iglesias es madre de cuatro hijos de entre 16 y 7 años. Todos los años acuden a la bendición en la iglesia de San Pedro y siguen a la burrita durante la procesión del Domingo de Ramos. «A veces hemos comprado, pero normalmente conseguimos ramitas de laurel y los preparamos en casa».
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Cada niño lleva dos ramos, para su padrino y madrina respectivo, y luego los entregan y les dan el conocido bollo de la Semana Santa. Aunque las misas y ritos religiosos de la época han sido suspendidos a causa de la cuarentena, esta familia seguirá la misa de este domingo por internet. «Usaré un poquito de agua bendita que tengo en casa para poder bendecir los ramos», detalla Iglesias.
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