La muerte de Pablo Cortijo cuando acudía a una emergencia tiñe de luto las ambulancias asturianas

Tragedia en el sector del transporte sanitario de Asturias. Pablo Cortijo, técnico de emergencias sanitarias de una ambulancia 'Covid Beta 5', falleció en la madrugada del sábado tras sufrir un grave accidente de tráfico en Nuevo Gijón. Tenía 37 años y era padre, marido e hijo. «Una sonrisa eterna y un canto a la vida». Así le recordaban ayer sus compañeros.

En el percance estuvo implicado otro turismo, conducido por dos mujeres que volvían a casa tras cerrar su negocio hostelero. El impacto entre los vehículos se produjo en el cruce de las calles Dolores Ibárruri y Monsacro. La ambulancia, que se dirigía a la calle Luarca para hacer un traslado por covid, circulaba con los distintivos luminosos de emergencia mientras transitaba por Dolores Ibárruri en dirección a la calle de la Sierra del Sueve. El turismo, por su parte, circulaba en sentido ascendente por Monsacro. El departamento de Investigación de Accidentes de la Policía Local aún intenta averiguar la causa del accidente.

Tras la colisión entre ambos, el vehículo sanitario volcó después de impactar contra una farola de grandes dimensiones y dos semáforos. Pablo Cortijo quedó atrapado en el interior de la ambulancia con heridas de extrema gravedad. Bomberos, Policía Local y Nacional y vecinos testigos del accidente consiguieron levantar el vehículo para excarcelarlo.

El despliegue policial y sanitario fue amplio y muy diligente. Tras liberar a la víctima, los servicios médicos le atendieron en una UVI móvil en el mismo lugar del fatídico accidente. Una hora después, tras varios minutos realizando tareas de reanimación, certificaron su fallecimiento. No hubo consuelo para sus compañeros, que junto a vecinos, autoridades y operarios de mantenimiento vial vivieron momentos de gran angustia mientras esperaban que los servicios médicos consiguieran salvarle la vida.

El conductor de la ambulancia, A. A. L., de 44 años y vecino de Oviedo, resultó herido leve en una pierna. En el otro turismo circulaban su conductora, J. F. P., de 28 años, y L. R. F., de 21, vecinas de Gijón. Ambas declararon que se dirigían a su domicilio tras salir de trabajar de una cafetería propiedad del padre de una de ellas. Resultaron heridas leves y se trasladaron por su propio pie al Hospital de Cabueñes. Los conductores de ambos vehículos dieron negativo en las pruebas de alcoholemia.

«Estamos destrozados», reconocía el consejero delegado de Transinsa, Carlos Paniceres, quien acudió con el resto de los miembros ejecutivos de la empresa al lugar de los hechos. Fueron ellos los encargados de desplazarse a Oviedo para informar a su familia de las fatídicas consecuencias del accidente.

La plantilla de Transinsa, aún incrédula con lo sucedido, está «abatida» por la pérdida. «Hemos perdido a una parte de nosotros», aseguraba la empresa en un comunicado. Las condolencias y muestras de cariño a su familia, amigos y compañeros de trabajo se sucedieron durante todo el día de ayer. «Una vida joven a la que tenemos que reconocer su compromiso en la lucha contra el coronavirus. Odié el 2020, pero este inicio de 2021 está siendo terrible», aseguraba en sus redes sociales Adrián Barbón, presidente del Principado. «La noche se lleva a uno de los nuestros mientas velaba por cuidar y salvar vidas. Reconocimiento y honor. El cielo tiene hoy a un héroe más», refería el Real Oviedo, equipo del que Pablo era un gran aficionado.

«Era un hombre bueno movido por valores que hoy no se estilan. Descansa, Pablo, has dejado una huella profunda y hermosa en este mundo», aseguraba el fotoperiodista Manu Brabo, quien recientemente realizó con él un reportaje fotográfico en plena lucha contra la pandemia. También la periodista Mónica Prieto lo conoció en acto de servicio: «Una persona magnética, carismática, llena de vida y de vocación. Un entusiasta del servicio público».

Su compañero de ambulancia, Roberto Menéndez, vuelve en unos días a su puesto de trabajo tras un periodo vacacional. «Llevaba días pensando que 'con Pablín es imposible que se me haga dura la vuelta'», comentaba abatido.

Hoy, a las 13 horas, se oficiará la celebración de la palabra en la capilla del tanatorio de Los Arenales, hasta donde una hora antes se dirigirá una caravana de ambulancias desde la sede de Transinsa, con mascarillas negras en señal de luto.

Tras el oficio se procederá a su incineración en el la intimidad familiar. El miércoles, también a las 13 horas, sus cenizas serán recibidas en la iglesia de Castrillo de Duero, en Valladolid. Sus restos recibirán cristiana sepultura en el cementerio de la localidad pucelana.