El mundo de la cultura aplaude el plan de Tabacalera, pero reclama buena gestión

El mundo de la cultura aplaude que, finalmente, el edificio de Tabacalera se destine a usos culturales. Pero hay muchas dudas acerca de su gestión y preocupa, especialmente, que se usen bien los recursos de los que se dispone. La buena ubicación, la propia estructura del edificio, «emblemático para la ciudad», y contribuir a que Cimavilla muestre todo su potencial son algunas de las ventajas que esgrimen los agentes culturales.

A Pedro Roldán, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa, le preocupa que, más allá de dotar de servicios al edificio, «se haga un buen aprovechamiento de los recursos que tenemos». A su juicio, «disponemos de espacios con un gran potencial que no están al cien por cien, como por ejemplo, la Escuela de Comercio, a la que le falta el personal necesario». Defiende, en cambio, que se revitalice un barrio como Cimavilla. «Supondrá un revulsivo para la gente joven, pero «espero que el uso final sea el adecuado. Es importante que Gijón vuelva a ser un referente cultural en el norte de España».

El acogimiento de artistas becados es algo que le gusta sobremanera. «Hay muchos creadores que lo están pasando muy mal», y puntualiza que «es importante que se incida en el mantenimiento del día a día y que se marquen unos horarios no rígidos para que se pueda acceder a las ofertas en fin de semana o fuera de los horarios laborales convencionales».

Un edificio magnífico en un lugar excepcional son dos de las ventajas que apunta Isabel Moro, vicepresidenta del Ateneo Jovellanos. A su juicio, es «el escenario ideal para actividades culturales y es relevante que sea en el centro de la ciudad, no como en la Laboral, que está lejos y a desmano» y ello impide un mayor flujo de visitantes, sobre todo, de la juventud». Por lo demás, festeja que se atienda un edificio «que se iba a acabar cayendo y eso sí que es un dolor», reflexiona.

Arlé Corte, de la Sociedad Cultural Gesto, recuerda que «nosotros habíamos propuesto que Tabacalera se convirtiese en un centro de arte contemporáneo, en un vivero cultural y que se haga en el centro de Gijón es interesante porque no hay nada parecido en ese sentido». Le preocupa la gestión. «Cimavilla está prácticamente muerto, le dará vida, pero espero que no falte la base del proyecto». Las artes escénicas tendrán un hueco en Tabacalera. Etelvino Vázquez, director teatral, aplaude que se invierta en cultura. «El Antiguo Instituto y la Escuela de Comercio están muy limitados y Laboral queda lejos. Espero que para el mundo del teatro sea un incentivo».

Los vecinos también opinan que la recuperación es relevante, pero «todo depende del contenido que finalmente se le dé». Y ese espacio para el teatro es algo que celebra Manuel Cañete, presidente de la Federación de Vecinos de la zona urbana, que recuerda «los buenos profesionales que existen en este campo» y la carencia de espacios que tienen». La intención de atraer a la juventud es uno de los valores que resalta. «Dará al barrio una dimensión que se merece», concluye. Un buen enfoque es lo que pide Manuel González, presidente de la Federación vecinal de la zona rural. «Hay iglesias en zonas rurales que nadie mira para ellas y se están cayendo, hay que recuperar los edificios valiosos. Si se enfoca bien será un éxito».