La niña abandonada por su madre en La Calzada llevaba dos horas llorando

Asustada, pidiendo a gritos auxilio y con medio cuerpo asomado por la ventana. Así se encontró ayer un vecino de La Calzada a una niña de siete años a la que su madre había dejado durante horas encerrada en casa y quien llevaba, aseguran testigos de lo ocurrido, más de dos horas llorando. El hombre, que en ese momento, pasadas las tres y media de la madrugada, se encontraba paseando a su perro, decidió alertar de inmediato a los servicios de emergencias. Hasta la zona se trasladó una dotación de Policía Local que, una vez comprobada la situación, decidió subir al domicilio. Lo encontró cerrado.

Varios inquilinos del edificio, alertados también por los gritos de la niña, habían intentado minutos antes picar al timbre. No obtuvieron respuesta alguna más allá de los lloros de la menor, quien asustada, aseguró que su madre se había marchado de la casa por la tarde, que no le había dejado cena y que desconocía dónde podía encontrarse.

En vista de la situación y al resultarles imposible entrar en la vivienda, puesto que la niña afirmó no tener llave para abrir desde dentro, los agentes solicitaron la intervención de una dotación de Bomberos, quienes lograron entrar por la misma ventana desde que la menor había sido vista y facilitaron a su vez el acceso de los agentes.

La situación que estos se encontraron en el interior del domicilio fue desoladora. La niña presentaba un evidente estado de nervios, estaba rodeada de basura y objetos de diferente tipo, apenas disponía de espacio para moverse con soltura y era presa de un olor, repartido por toda la vivienda, que hacía el ambiente irrespirable. Tal era la acumulación de suciedad en la vivienda, que los policías incluso tuvieron problemas para entrar.

Tras lograr que se calmase, algo que llevó a los agentes varios minutos, fue la propia niña quien acertó a proporcionarles el nombre de su hermana mayor. Una vez localizada y tras conocer lo ocurrido, la joven, de veinticinco años, se desplazó de inmediato hasta la vivienda para hacerse cargo de la pequeña.

Fue ella quien, pasadas las cinco de la madrugada, volvió a ponerse en contacto con la Policía Local para informarles de que había logrado contactar con su madre, quien se encaminaba hacia un piso de la calle Honduras, a unos 500 metros de donde había dejado encerrada a la niña. Inmediatamente, una patrulla se personó en dicho domicilio, donde procedió a la detención de M. M. D. C., de 49 años. Según llegó a afirmar la menor, era frecuente que esta se quedase sola.