«Lo teníamos asumido, pero no deja de ser una auténtica vergüenza»

Lo tenían asumido desde hace tiempo y ya es una realidad. La administración concursal de la extinta Mina La Camocha consumó esta mañana un desahucio más en el poblado minero. Lo hizo después del fallido desalojo del pasado 30 de septiembre, el cual se encuentra todavía pendiente de recurso. En este caso, fue el propietario de la vivienda afectada quién entregó de forma voluntaria las llaves del inmueble. «No vale la pena resistirse. Lo van a hacer igual», afirmó, resignado.

Como es habitual en este tipo de situaciones, dos patrullas de la Policía Local se personaron en la zona cuando apenas pasaban unos minutos de las 9:30 horas de la mañana. Junto a ellos, la comisión judicial y el procurador de la empresa, quienes tras informar a los inquilinos, llevaron a cabo el trámite de forma rápida, para evitar cualquier posible altercado.

A la puerta, representantes vecinales acompañaban a varios de los vecinos, quienes todavía se resisten a asumir los desalojos, especialmente los mas mayores, los cuales llevan viviendo en las casas desde hace casi medio siglo. «Vamos a seguir luchando. Da igual lo que tengamos que hacer. Lo haremos», afirmaba la viuda de un antiguo trabajador de la mina, incapaz de contener el llanto.

Hasta el momento son dos las vecinas en riesgo de desahucio inminente, mientras que otros cinco casos permanencen pendientes de que la administrador concursal y el juez decidan si seguir adelante con el proceso.