Ocho contenedores ardiendo de forma simultánea conmocionan Contrueces

Salió a cenar con unos compañeros de trabajo y de vuelta a casa quemó ocho contenedores de reciclaje. La Policía Nacional detuvo la noche del lunes a un vecino de Gijón de 39 años por provocar importantes daños en ocho depósitos de reciclaje y en dos vehículos que resultaron afectados por las llamas.

Dejó una estela de fuego en las calle Mon, Consolación y Bélgica, en el barrio de Contrueces. Cuando fue localizado en un parque de Antonio Ortega, en Montevil, no supo dar razón por el atentado incendiario. Estaba sentado en un banco con las manos llenas de hollín, la ropa con un intenso olor a humo y en estado ebrio. Fue detenido por la Policía y trasladado a la Comisaría por un delito de incendio provocado. Tenía antecedentes policiales por robo.

Mientras, los bomberos sofocaron las llamas que detruyeron los contenedores y las fuerzas de seguridad alertaron a los propietarios de los vehículos que se encontraban junto a los depósitos y resultaron afectados. La escalada de incendios provocó una gran expectación en Contrueces y Montevil.

La quema de contenedores en Gijón no es un hecho aislado. La Policía Nacional ha detenido hasta en 50 ocasiones en los últimos años a un pirómano de 51 años que pese a sus continuos arrestos no cesa en sus intenciones. En 2015 fue sorprendido in fraganti de madrugada cuando acababa de prender fuego a un depósito de reciclaje en la esquina de las calles de Fermín Canella y Pola de Siero, en Laviada. En muchos de los sabotajes perpetrados el fuego llegó a afectar a vehículos estacionados en las proximidades y a mobiliario urbano. El hombre, al parecer, sufre una patología mental para la que no recibe tratamiento y tiene tendencia a la piromanía.

Hace un año un grupo de menos fue detenido por incendiar una docena de contenedores en la zona centro.