La Audiencia Nacional hace firme la expulsión de Papagore de España

La Audiencia Nacional ha confirmado la orden de expulsión del territorio nacional para Papagore Ndaye, el exmilitar senegalés detenido hasta cinco ocasiones en los últimos años por graves ataques a policías. Se encuentra desde hace un mes en prisión preventiva por el último episodio violento que protagonizó en la calle Jacques Cousteau y será en cuanto la situación sanitaria mejore cuando sea extraditado a Senegal, su país de origen. No podrá acceder al territorio español durante más de una década.

La orden de expulsión de España la dictaron en los juzgados de Gijón hace casi dos años, si bien Papagore Ndaye interpuso un recurso ante la Audiencia Nacional pidiendo la anulación del procedimiento, alegando que tenía arraigo familiar en Asturias. El tribunal ha desestimado el recurso y confirma la orden de extradición al considerar que no existe arraigo y dada su peligrosidad manifiesta durante los últimos años.

El último grave incidente que hizo que la jueza decretase prisión preventiva se produjo en mayo, cuando agredió a diez policías que acudieron a la llamada de un vecino alertando que se estaba produciendo un supuesto episodio de malos tratos de Papagore hacia su pareja. En abril fue condenado a un año y medio de cárcel por lesionar a cuatro agentes de la Policía Nacional que fueron requeridos por ciudadanos en la calle Juan Alvargonzález, donde el individuo «se encontraba fuera de sí», destrozando mobiliario urbano e increpando a todo aquel que se encontraba a su paso.

En 2014 protagonizó graves altercados con los policías que intervinieron por infringir la orden de alejamiento y comunicación hacia su entonces pareja, también en la calle de Juan Alvargonzález. Hirió primero a cinco agentes y en la segunda ocasión, a cuatro. En 2015 atacó a un funcionario durante su arresto por provocar un altercado en un bar de la calle Colón. En 2016 fue de nuevo arrestado por increpar a los trabajadores del Casino de Asturias. También en 2016 fue condenado a dos años y medio de cárcel por agredir a seis policías.

A ese largo historial delictivo de ataques a funcionarios policiales se suman las condenas por delitos de malos tratos hacia al menos dos exparejas, de las que llegó a tener orden de alejamiento y comunicación, que incumplió en numerosas ocasiones.