Así será el solar de Cerámica Gijonesa, en la ladera este de Los Pericones, en Gijón

El afamado arquitecto navarro, recién llegado de Lieja (Bélgica), donde ha ganado un concurso para diseñar una dotación pública, atiende a EL COMERCIO desde su estudio de Pamplona para explicar las claves de la transformación que ha ideado para regenerar el suelo de la fábrica gijonesa desmantelada en 2016. Mangado destaca que el elemento diferenciador del plan residencial en los espacios ocupados durante décadas por instalaciones industriales es la pretensión de recuperar, en la medida de lo posible, el entorno y la topografía previa a la implantación de la antigua factoría.

Asegura que la concentración de la edificabilidad en esbeltas torres es para liberar más espacio de zonas verdes que serán de uso público de todos los gijoneses. «El parque lo inundará todo y permitirá construir en él. Es un concepto muy común en ciudades europeas como Berlín y París que permite la mezcla de usos», apunta el arquitecto contratado por el fondo Ginkgo Advisor para desarrollar sus proyectos en Asturias (el de Ceares en Gijón y el de la antigua Fábrica de Gas en Oviedo). «La futura edificación se adaptará a la condición del paisaje natural y al disgregarse y escalonarse los bloques habrá perspectiva visual limpia del cementerio y de Los Pericones, cuya ladera este se va a recuperar».

En cuanto a las características de los nuevos edificios que ha diseñado, Mangado avanza que tendrán «una arquitectura muy fragmentada, muy orgánica, con quiebros». Se alternarán bloques de viviendas del mercado libre con otros de pisos VPO. Todos los edificios tendrán terrazas orientadas al Sur y las azoteas serán de uso comunitario para plantar más verde y con espacio para solárium. En cuanto a los materiales básicos de construcción, prevé «combinar madera, metal y vidrio».

La infografía que se adjunta con esta información muestra, según Mangado, «una imagen conceptual, donde se entiende cómo la edificación se integra en el conjunto del paisaje, la vegetación y respetando la antigua chimenea de ladrillo de la fábrica Cerámica Gijonesa».

El proyecto también plantea «el tratamiento de la carretera de Ceares y su transformación en una avenida protegida con vegetación, con el fin de potenciar aún más sus conexiones con la zona del parque fluvial». Su pretensión es que pase «de ser una frontera a un potencial eje verde para la regeneración urbana».