Prejubilaciones y cursillos
Obtenido ya el respaldo financiero, se anunció que 120 obreros de Naval podrían acogerse a incapacidades y prejubilaciones
Domingo, 29 de enero 2023, 00:39
No era la solución deseada, pero poco más se podía hacer. Hace hoy 25 años se anunciaba que, una vez obtenida la financiación de la ... sociedad Pequeños y Medianos Astilleros en Reconversión (Pymar) y la Dirección General de Industria, unos 120 trabajadores de Naval Gijón podrían acogerse a bajas por incapacidad y prejubilaciones a partir de los 55 años con el objetivo de llevar a cabo una reducción de plantilla. Antes de eso, contaba EL COMERCIO, «los sindicatos quieren mantener una reunión con Pymar para concretar las ayudas y, en el caso de las prejubilaciones, adaptar las condiciones al plan firmado con la empresa para el periodo 1995-1998. El astillero tendría que complementar las cantidades ofrecidas por Industria para llevar a cabo la reestructuración». Era la única factoría privada del país «a la que la Administración concedió tal nivel de ayudas».
Ante la de cal, también la de arena. Ese mismo día, la consejera de Cultura a la sazón, Victoria Rodríguez Escudero, se comprometía «a ampliar el plan de formación de Naval Gijón». Lo hizo en una visita a las instalaciones del astillero acompañada por el concejal del PP Leopoldo Bertrand. «El comité de empresa y la dirección presentaron a la consejera un nuevo plan formativo de jóvenes para este año, que complementa al aprobado ya por el Principado», decíamos.
Explicaba entonces Pedro Torres, responsable de formación del astillero, que los cursos que se pondrían en marcha serían de mayor duración, «con una gama de especialidades más amplia», a desarrollar entre el 2 de marzo y el 30 de junio para 70 cursillistas y del 1 al 30 de noviembre para otros 70. «Existe una gran preocupación por el hecho de que realmente la formación de los jóvenes esté coordinada con las necesidades reales del mercado laboral», comentó Rodríguez Escudero ese día. El déficit de profesionales y la falta de un 'pool' de trabajadores fueron las razones esgrimidas por el presidente de la factoría, Galo Miguel Baizán, para presentar los cursos (de calderería, soldadura, ajuste, montaje y tubería). Ahora solo faltaba que siguiese la Naval.
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