El promotor que desmontó la fachada protegida en los Moros actuó sin avisar al Ayuntamiento

El promotor que desmontó la fachada protegida coronada en cúpula del edificio catalogado de la esquina de Munuza con los Moros se expone a una importante sanción si el expediente abierto por Disciplina Urbanística concluye que actuó de forma injustificada. La cadena de responsabilidades alcanza también a arquitectos, aparejadores y hasta el coordinador de seguridad y salud, ya que todos ellos podrían haber renunciado unilateralmente en caso de desacuerdo.

Lo que se sabe hasta el momento, tal y como adelantó EL COMERCIO, es que la obra que afecta al inmueble catalogado con protección parcial de Manuel del Busto está paralizada y parece que además lo estará durante bastantes meses. Según el relato de los hechos que hace la Concejalía de Urbanismo, cuando el Ayuntamiento se percató de que tras la malla traslúcida que cubría el edificio faltaban elementos de la fachada exterior, porque desde la promotora no avisaron a nadie, se pusieron en contacto con ellos y detuvieron la obra.

Una vez que se ha abierto expediente desde el servicio de Disciplina Urbanística, los responsables de este desaguisado tienen que presentar un proyecto de modificación de licencia, donde expliquen los motivos por los que desmontaron esa fachada protegida y cómo la van a reconstruir.

En el momento que presenten este proyecto, que tiene que pasar por comisión del catálogo y por la Consejería de Cultura, los técnicos tienen que valorar si el desmontaje está justificado o no, y en función de eso se abrirá o no expediente sancionador. Desde la parte infractora se alega que se encontraron durante los trabajos con una situación que podría revestir peligro, pero lo que juega en su contra es que no avisaron de ello al Ayuntamiento y tiraron para adelante, desmontando parte de la fachada hasta que les ordenaron parar.

Hasta que todo esto se resuelva y con todos los agentes implicados en la misma, la obra quedará paralizada durante meses pero solo en la parte que afecta al edificio catalogado. Eso sí, la intervención puede continuar en el solar colindante (los Moros número 5), en la zona que no tiene ningún tipo de protección. La empresa que promueve la construcción de ocho viviendas de lujo y bajo comercial es la sociedad Durbelan, detrás de la que está el médico y abogado Julio César Galán. La ejecución corre a cargo de la firma Construcciones Ovigar.

Ante la alarma generada también se pronunció ayer la Consejería de Cultura del Principado recordando que la intervención ahora paralizada fue informada en su día por el Consejo de Patrimonio en base a un proyecto que contemplaba el mantenimiento de las fachadas del inmueble catalogado. Así las cosas, el Servicio de Patrimonio ha solicitado un informe al Ayuntamiento sobre la situación actual del edificio para valorar posibles medidas a adoptar. Los hechos pueden ser constitutivos de un delito patrimonial y de una cuantiosa multa. La cuantía de la sanción puede suponer hasta el 20% del valor de lo derribado.

Fuentes consultadas aseguran que además de haber comunicado la retirada de la fachada, un proceso que duró días, una firma especializada tendría que haber seleccionado y numerado sillares y el resto de elementos. La obra paralizada tiene un apeo interior de Rehasa y el andamio tubular de plataformas exterior.

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