«Así no se puede vivir; nuestro edificio es un coladero de agua insoportable»

«No son goteras, son aguaceros». Los inquilinos de un edificio de Vipasa -Empresa Pública de Vivienda del Principado- en Montevil viven con miedo a que llueva. Y estamos en Asturias. La cubierta del patio interior del edificio «es un coladero de agua». Las precipitaciones se traducen en que los vecinos tienen que achicar agua de sus terrazas, de las zonas comunes e incluso de sus viviendas, en el caso de los bajos.

El pasado 16 de junio, Jennifer Alonso y su marido sacaron agua durante más de seis horas del interior de su casa. La lluvia sobrepasó incluso los sacos de arena que colocan en la puerta de entrada a modo de contención. «Y nadie en Vipasa nos da una solución», asegura la afectada. Sus quejas y las del resto de vecinos son una constante. Con un hijo de ocho años y otro de cuatro meses, ni siquiera tienen el agua caliente asegurada. «El calentador va unas veces sí y otras no. A algunos vecinos se lo cambian y a otro nos piden adelantar el dinero, pero no tenemos capacidad para ello», sostiene Alonso.

Sacos de arena y tablas de madera también en la puerta del cuarto de contadores. «Cada día que llueve se forma un charco muy cerca de los cuadros eléctricos. La reacción de Vipasa es inexistente. Les damos exactamente igual», apunta Begoña Fernández, vecina del quinto piso, quien asegura estar «agotada de limpiar con lejía las paredes de mi casa para quitarle moho».

Durante la visita de EL COMERCIO a la comunidad, fueron numerosos los vecinos que quisieron mostrar los desperfectos en sus viviendas. A María Paz Gavilán, que también vive en uno de los bajos, el hedor a humedad le hace «insoportable» la estancia. «He llamado y escrito en numerosas ocasiones a Vipasa y todo son evasivas», refiere la vecina.

Carmen Amaya estuvo esperando cinco meses a que le arreglaran las humedades del baño. Y ahora las tiene en la habitación. «El edificio es un coladero y las goteras y humedades están por todas partes. Vivir aquí en invierno es insoportable», sentencia la afectada.

En los últimos dos años, las quejas de los inquilinos de Vipasa en el Principado aumentaron un 83%. Melania Álvarez, consejera de Derechos Sociales, firmó en marzo un protocolo que prometía dar facilidades a los inquilinos para transmitir sus quejas y agilizar las obras de reparación. Al menos en Montevil no parece haberse aplicado la nueva norma.

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