Pumarín hace un Descenso del Sella en tierra firme

Una hilera de piraguas de cartón con motivos sportinguistas, asturianos e incluso de tiburones se colocaban en el entorno del parque de la Urgisa, en Gijón. Aunque no había río, sí la misma emoción e ilusión que en el Descenso Internacional del Sella. Detrás de esta actividad estaban 200 alumnos de tercero de Educación Infantil, tercero y quinto de Primaria y segundo de ESO del colegio concertado Juan Pablo II-San Miguel, de Pumarín. El proyecto, que ya es un evento muy esperado en el centro tras siete ediciones, ensalza el piragüismo de una forma simbólica.

Siguiendo la tradición de la fiesta a pies juntillas, antes de dar comienzo a este 'descenso' había que leer el pregón de la fiesta. Para ello, contaron con toda una celebridad: Walter Bouzán, ganador del Descenso Internacional del Sella en once ocasiones, que leyó unos versos ante la atenta mirada los niños, el profesorado y también a la Asociación de veteranos de piragüismo de Asturias y Amigos de Dioniso de la Huerta que acudieron a esta cita. Al terminar el pregón, bajo el ritmo de la Banda de Gaitas de Gijón, los presentes comenzaron a cantar el himno de Asturias.

Al terminar, llegó el momento de 'montar' en las piraguas y coger el remo, con los que simulaban el movimiento sobre el agua. Aunque los profesores pedían calma, la emoción era grande entre los niños y salieron a la carrera. El punto inicial era Arriondas. Con tritón en mano, algunos alumnos señalizaban las paradas repartidas por todo el parque para que ninguno de sus compañeros se perdiera. ¿El destino? El mismo que en el Sella: Llovio. «Y quien tenga ojos que mire y ponga a mirar el alma y diga si no es hermosa la fiesta de las piraguas», resonaba en la megafonía.

No faltaron las caídas durante el recorrido, pero tampoco la diversión y las risas. Álex Fernández y Luis Menéndez, de quinto de Primaria, se encontraron con un problema a la salida. «Íbamos a ir juntos en un 'K2' y, aunque lo habíamos probado, a la hora de la carrera hubo un percance. ¡Tuvimos que ir a boxes!», bromearon. «El piragüismo en Asturias tiene una importancia de categoría, pero es que también ¡tenemos unos ríos...!», indicaron. Concluida la actividad, todos los niños fueron al encuentro de Bouzán, que firmó autógrafos y chocó cientos de manos. Y, si algo dejaron claro los alumnos, es que esta es la más hermosa fiesta de las piraguas

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