«Queremos dejar a nuestros hijos en el autobús sin miedo»

La parada en cuestión da servicio a las líneas 15, 20 y 24 de Emtusa, así como a la de los alumnos del Colegio de Educación Especial de Castiello de Bernueces. Iluminada, madre de un niño con autismo, debe cruzar la carretera los días lectivos para que su hijo pueda acceder al bus para ir al colegio. En ocasiones, ambos han tenido que esperar «hasta diez minutos de reloj» para poder cruzar.

El lugar es una zona con poca visibilidad, cerca de una curva que no cuenta con regulación semafórica. De hecho, al semáforo más próximo, que permitiría cruzar la carretera de forma más segura, «se accede un arcén, porque tampoco hay una acera que permita un desplazamiento seguro», recalca Iluminada Fernández.

La lucha de esta vecina se remonta ya dos años atrás. Ella, junto con otros padres cuyos hijos que acuden al Colegio de Educación Especial de Castiello de Bernueces, y también con la asociación de vecinos, llevan reclamando una solución. Pero en todo este tiempo solo han logrado que la otra parada, la que deja a los niños de vuelta, y que se encontraba en frente, se haya «movido unos metros». Anteriormente estaba bajo unas casas en un estado «prácticamente en ruinas».

En la visita al barrio que hizo este año el concejal de Participación y Atención Ciudadana, Guzmán Pendás, «se quedó horrorizado», cuenta Iluminada. En marzo les anunció que «ya existía el visto bueno» para realizar la intervención, pero aún no tenemos noticias», lamenta. «Solo queremos que se haga antes de que empiecen las clases, queremos volver al cole tranquilos», reitera.

Los niños con autismo, abunda, «llevan muy mal las esperas, nunca sabes cómo van a reaccionar». Siempre «estás temerosa de que un pequeño salte a la carretera. Sobre todo, teniendo en cuenta, que es hora punta cuando esperan por el bus».

La actuación que solicitan no solo beneficiaría a estos niños, sino también a las personas que hacen uso de las líneas 15, 20 y 24. «La gente mayor ya no se atreven a coger el autobús en esa parada, es una pena», lamenta Iluminada. «No tienen la habilidad de correr para cruzar la carretera y los coches vienen a una alta velocidad».