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Avenida de La Salle donde se ve la almena del Santo Ángel; la cubierta y la «piscina» del balneario La Cantábrica, y el pabellón recién hecho del Club de Regatas. 1915. Archivo del Club de Regatas.
Los secretos de las calles de Gijón

La cuesta del Club y el sitio de Tras la Iglesia

La avenida de La Salle es una vía sumida en la polémica donde estuvo la batería de San Pedro

Viernes, 29 de noviembre 2024

Llamar avenida a una cuesta de tan pocos metros de longitud... Ha sido bautizada como avenida de La Salle por la orden religiosa existente al final de la subida, en el colegio de San Eutiquio que gestionan los Hermanos de la Salle («los baberos»), que fue antes precedido por un palacete más señorial.

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La calle comienza en la plaza del Arcipreste Ramón Piquero y termina en el cerro de Santa Catalina. En esa pared almenada del ahora colegio Santo Ángel, verán una portilla de arco de herradura, pues ese fue el primer acceso a las termas romanas en la década de 1960. Piquero fue el cura que fundó las escuelas cristianas de San Eutiquio con función beneficodocente para niños pobres de la parroquia tras recibir la herencia de Eutiquio García-Sala y fue párroco de San Pedro entre 1899 y 1936. A la finca de lo alto del cerro se llevaron las clases a comienzos de 1911, al caserón aludido. Esta vía también fue conocida como camín de La Fontica, porque conduce hasta esta fuente de origen romano.

La iglesia de San Pedro cuando estaba pegada al pedrero desde la nueva vía de acceso al Club de Regatas y el dique de la piscina sobre la poza de La Cantábrica. 1928. Instituto del Patrimonio cultural de España.

Dejamos a nuestra derecha el templo parroquial de San Pedro, que no sé si sabrán que ha conocido dos ubicaciones distintas y ha tenido tres torres diferentes. La iglesia primitiva era de principios del siglo XV, casi un siglo anterior al descubrimiento de las Indias occidentales, y estaba pegada al pedrero. Las milicias republicanas se empeñaron en dinamitarla en 1936 y los hermanos Somolinos levantaron un nuevo templo más centrado y atrasado para «proteger» las termas romanas. Pero, ¿a que no sabían que Jovellanos planteó un proyecto de reemplazo en 1778? Aunque, hasta la fecha, no se conocen más detalles. Sobre las torres deben saber que San Pedro tuvo tres, es curioso. La primera del tempo original fue cañoneada y desmochada por el crucero «Libertad» en octubre de 1934 y el arquitecto Manuel García Rodríguez se encargó de levantar otra, la cual duró solamente dos años, hasta que la iglesia fue reducida a escombros.

Balneario La Cantábrica y arriba, a la derecha, la batería de San Pedro. Hacia 1910. Anónima.

Enfrente de la iglesia estaba la casa rectoral, que se reformó cual palacete regionalista —hoy es una residencia de mayores— y albergó en el portón de la derecha el cine San Pedro. El paseíllo de la rotonda absidal de la iglesia, con esa escalinata, se abrió en enero de 1965. A continuación de la iglesia hubo un balneario de carácter más popular, era La Cantábrica, de 1892, y fue absorbido por el Club de Regatas en su ampliación de la parte de abajo, la del frontón y la piscina, en 1921. Recuerden este curioso topónimo: a su ubicación se le conocía como el sitio de Tras la iglesia.

No es dominio público

Un poco más arriba: la parte de arriba del Club de Regatas. Un espacio de ocio siempre criticado por una ideología tan errada como tendenciosa. ¿Sabían que se hizo en una antigua batería de cañones? Esa era la batería de San Pedro, dispuesta como posición defensiva cuando Gijón fue considerada plaza fuerte en la Guerra Carlista. Todo ese acantilado eran terrenos propiedad del Ministerio de Guerra, es decir, del Ejército y fueron donado por Real Orden al Club de Regatas en 1915, con motivo de su establecimiento fijo y definitivo con un pabellón. Entre 1912 y 1914 inclusive lo que se ponía en ese lugar eran unas gradas provisionales y se hacía una terraza para vislumbrar las primeras regatas oficiales.

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Esa cruz se puso sobre los escombros de la iglesia y se conserva hoy en día en el lateral ajardinado. 1944. Foto Lena. Museo del Pueblo de Asturias.

Algunos partidarios del urbanismo revolucionario que llevaba por bandera el gobierno republicano clamaban por su incautación y derribo para abrir este espacio a la ciudadanía con público usufructo alegando que era dominio público marítimo-terrestre. Pero la realidad es que no, el cerro de Santa Catalina desde la Guerra Civil / de Independencia de Gijón siempre fue un terreno militarizado y privatizado de una u otra manera, todo el cerro, repetimos. No fue hasta diciembre de 1981 cuando el Ayuntamiento le compró el cerro de Santa Catalina y el cuartel de El Coto al Ministerio de Defensa. Lo cual no fue óbice para que el ayuntamiento republicano ocupara estas instalaciones y las abriera al público hasta altas horas y los exaltados revolucionarios tomaran el pabellón de arriba la mañana del 8 de octubre de 1934

Caserón donde empezó la docencia del San Eutiquio-La Salle. Fecha y autoría desconocidas.

Por otro lado, ¿sabían que el frontón fue utilizado para el fusilamiento de los socios del Club por parte de los republicanos? Incautaron sus instalaciones y posteriormente los represaliaron ahí mismo por ser afines a otro régimen político o por ser de clase más pudiente. Memoria democrática lo llaman ahora.

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