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Envases, restos de comida y bolsas de basura alrededor de un colchón en el interior del edificio principal del antiguo complejo deportivo. FOTOS: J. ALONSO

El Soccer World, un vertedero a la espera de que el Ayuntamiento de Gijón lo saque a concesión

Las instalaciones cumplen ya un lustro de abandono entre las quejas de los vecinos por su constante deterioro

Iván Villar

Gijón

Sábado, 17 de febrero 2024, 00:49

Casi cinco años después de su cierre, las instalaciones del antiguo Soccer World siguen siendo un foco de preocupación para los vecinos de su entorno, ... hartos de la acumulación de suciedad y de no ver claro un horizonte para volver a darle vida a estos terrenos. En 2019 habían pasado unos meses desde la rescisión anticipada del contrato de concesión de los terrenos -se firmó en 2010 y su vigencia se prolongaba durante 40 años- cuando empezaron los problemas de vandalismo y deterioro. Un lustro más tarde su estado sigue siendo calamitoso, a pesar de las reiteradas propuestas vecinales reclamando una solución. La última prometida por el Ayuntamiento, un nuevo vallado perimetral para evitar el acceso al recinto y un refuerzo de la seguridad, medidas que no obstante aún no se han hecho efectivas.

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Restos de basura por todos lados, cristales rotos, cables arrancados, pintadas -incluida un 'Respeta a los k viven akí'- y hasta algún colchón es lo que se puede encontrar en un espacio concebido para la práctica deportiva pero que nunca llegó a desarrollar la totalidad del proyecto comprometido, lo que unido a problemas de impagos acabó derivando en su cierre forzoso. Su futuro pasa por una nueva concesión que se retrasa continuamente, en parte porque siguen sin resolverse todas las cargas económicas que hay sobre la parcela como consecuencia de deudas del anterior concesionario tanto con entidades financieras como con la Seguridad Social.

Precio asequible

En su último encuentro con los vecinos, el pasado mes de diciembre, los concejales de Deportes y Participación Ciudadana trasladaron a los vecinos la intención de que el espacio pueda convertirse en un complejo deportivo similar a los que existen en lugares como La Calzada, pero gestionado por una empresa privada. La aspiración, verbalizó Jorge Pañeda, sería contar con una infraestructura «con tamaño suficiente para albergar un elevado número de usuarios, un precio asequible, instalaciones modernas y una amplia variedad de servicios y actividades accesibles a todos sin perjuicio de su edad y forma física».

En marzo del año pasado, el anterior gobierno municipal aprobó un estudio de viabilidad que recogía como posible destino un complejo con gimnasio y piscinas en régimen de concesión a 40 años. Pero cinco años después del cierre siguen sin darse pasos definitivos para recuperar este espacio.

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