La oposición reclama planificación para sacar partido al coso de El Bibio

El único grupo municipal de la oposición que aplaude la medida de poner fin a la tauromaquia en la ciudad asegura que «hay que dotar la plaza de toros de actividad con un plan de usos que coordine la propuesta específica para El Bibio con los contenidos ya existentes en el resto de equipamientos culturales». Laura Tuero, concejal de Podemos-Equo Xixón, asegura que «seguimos echando en falta una planificación que dé coherencia a todas las propuestas en el conjunto de la ciudad, porque a lo que asistimos es a un conjunto de propuestas deslavazadas sin un criterio compartido». Considera que es ahora cuando «el gobierno ha de escuchar a las asociaciones de vecinos y vecinas y a los expertos, a los promotores culturales, no empezar a sacar ideas de las chistera sin recibir las propuestas del sector». También plantea que el plan elaborado «debería recoger, además, qué medios técnicos tiene la plaza y las posibles mejoras necesarias, como puede ser cubrirla, y su viabilidad». Asimismo, reclama que «se ponga en marcha el Consejo de Cultura», algo que su grupo lleva pidiendo más de un año.

El PP se ha puesto a la cabeza de la reivindicación taurina desde el punto de vista político, organizando una recogida de firmas que continuará hoy, de 17 a 19 horas, en la calle Corrida. Su portavoz municipal, Alberto López-Asenjo, se conformaría con «sentarnos a hablar seriamente para hacer un diseño a medio-largo plazo» y opina que «lo que están buscando es la controversia y la confrontación». «Creo que es el momento de la seriedad y de la gestión y de que en vez de estar buscando estos artificios nos centremos en los elementos importantes: respeto de la ley, saber qué elementos tenemos para financiar todas y cada una de las necesidades que tiene Gijón y priorizarlas», apunta citando la «caída del empleo, las infraestructuras paradas o el vial de Jove en precario».

Jesús Martínez Salvador, de Foro, expone que «ya nos parece restringido el actual plan que elaboró el equipo de gobierno, que deja fuera a actividades que tenían mucho éxito en la ciudad, como el Oktoberfest, con lo que elaborar uno nuevo aún más cerrado que excluya los toros evidentemente nos parece censurable». El edil de Foro y exconcejal de Festejos opina que «debe mantenerse la feria taurina combinada con conciertos y otro tipo de eventos o espectáculos buscando la polivalencia y el aprovechamiento del bien. Es decir, lo que fue toda la vida hasta que llegó este gobierno».

«No cabe duda de que hay que potenciar el uso de la plaza de toros para potenciar su utilización y convertirla en un referente cultural, ya que hasta ahora ha estado claramente infrautilizada», opina por su parte Rubén Pérez Carcedo, de Ciudadanos, que no obstante cree que «eso no está reñido con que pueda acoger festejos taurinos, ya que se trata de usos perfectamente compatibles como establece su declaración de Bien de Interés Cultural». Considera «un debate falaz pretender contraponer festejos taurinos con usos culturales, cuando los festejos forman parte de nuestro patrimonio cultural».

Y Eladio de la Concha, de Vox, insiste en que «la unilateral decisión de la alcaldesa de Gijón de no prorrogar el contrato vigente para la celebración de una nueva edición de la feria taurina de Begoña y renunciar a sacar a concurso la posibilidad de albergar espectáculos taurinos, además de posiblemente ilegal, resulta lesiva para los intereses económicos de los sectores del turismo y la hostelería afectados y es también perjudicial para el propio Ayuntamiento». Como propietario del coso, ahora «tiene que buscar otras fórmulas para hacer frente al coste de mantenimiento de la plaza, por eso propone la revisión del plan de usos», considera, y apunta que en Gijón «hay muchos recintos para todo tipo de eventos».

Respecto a la posibilidad de cubrir la plaza para darle uso durante todo el año, algo que plantearon en estas mismas páginas los promotores de eventos, Rubén Pérez opina que es algo «complicado y de dudosa viabilidad por la inversión que requeriría y las dificultades al tratarse de un edificio catalogado. Eladio de la Concha alega esos problemas técnicos y lo considera un «gasto superfluo». Alberto López-Asenjo también se pregunta «con qué dinero» podría hacerse y Jesús Martínez Salvador, aunque reconoce que «garantizaría poder celebrar eventos sin riesgo de suspensión por mala climatología», cree «aventurado» pronunciarse sin conocer el coste y la posibilidad real de llevarlo a cabo.