«Nos sentimos traicionados y engañados», dicen los aficionados a la feria de Begoña

Resumía así lo que cree él y comparten los miembros de las peñas Rivera Ordóñez, Dávila, Miguel Abellán, Javier Conde, José Tomás, Gijona, Perera, Astur y El Cordobés que, convocados por EL COMERCIO, posaban frente al coso en el que tantas veces renovaron abonos y acudieron, cada agosto, a disfrutar de un espectáculo que para ellos es «arte y cultura» y en cuya base, defienden, están «el respeto y los valores». Las cerca de quince peñas que hay en Asturias, entre federadas y no, no dan abasto estos días. Entre realizar consultas jurídicas, atender a los medios y a los propios aficionados apenas tienen tiempo a organizarse, pero están en ello. El próximo lunes, la Federación de Peñas Taurinas de Asturias se reunirá para decidir cómo presionar por un objetivo común: mantener los toros en Gijón.

Su presidenta, Maritina Medio, insistía en que se hará «todo lo posible» para revertir la decisión de la alcaldesa Ana González, que los taurinos no terminan de creerse. «No puedo entender que una alcaldesa diga tal cosa», lamentaba José Luis Espina, presidente de la peña José Tomás. «El otro día dijo que quien quisiera venir, viniera, y quien no, no. ¿Y ahora esto? Nos sentimos traicionados, engañados», insistía. La sensación es compartida por las demás peñas, que lamentan que «no sean capaces de discernir la política del tema taurino». Porque, remarcaban, «en la plaza hay gente de derechas, socialistas, hay de todo». «Los toros son del pueblo, aquí no hay derechas ni izquierdas, y la alcaldesa es para todos los gijoneses», apostillaba Pedro López, de la peña Gijona.

La afición asturiana está «notando el apoyo de toda España», señalaba Ana Abel Rodríguez, presidenta de la peña Rivera Ordóñez y secretaria de la federación, quien criticaba la «falta de rigor de la representante de la ciudad». «Creo que es completamente necesario emprender acciones legales, porque hay una ley que no se inventa ningún aficionado taurino que dice que hay que fomentar la tauromaquia».

«Dice que se cruzó una línea roja, pero la que está pisando una línea, la de la prevaricación, es ella», opinaba Elena Prida, presidenta de las peñas Miguel Abellán y Javier Conde, quien está convencida de que «lo tenía previsto, pero fue azuzada por Anadel» para tomar definitivamente la decisión. «Llevo desde 12 de agosto de 1966 aquí y nunca imaginé que pudiera llegar un momento así», añadía Prida, quien asegura: «Nunca temimos por el fin de los toros, ahora tampoco. Está demasiado arraigado».