Un estudio desvela que el agua embotellada puede contener miles de nanoplásticos
Estas diminutas partículas pueden pasar al torrente sanguíneo a través de los intestinos
E. P.
Martes, 9 de enero 2024, 16:58
El agua embotellada puede contener cientos de miles de pequeños trozos de plástico no identificados hasta ahora, según un estudio que acaba de publicarse en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', realizado por investigadores del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia (EE UU).
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Gracias a una nueva tecnología, los investigadores han podido identificar estas diminutas partículas en agua embotellada. Descubrieron que, en promedio, un litro contenía unos 240.000 fragmentos de plástico detectables, entre 10 y 100 veces más que las estimaciones anteriores, que se basaban principalmente en tamaños más grandes.
Los plásticos en el agua embotellada se comenzaron a analizar después de que un estudio de 2018 detectara un promedio de 325 partículas por litro; estudios posteriores multiplicaron ese número muchas veces. Los científicos sospechaban que había incluso más de los que habían contado hasta el momento, pero las buenas estimaciones se limitaban a tamaños inferiores a 1 micrómetro, el límite del nanomundo.
«La gente desarrolló métodos para ver nanopartículas, pero no sabían lo que estaban mirando», afirma el autor principal del nuevo estudio, Naixin Qian, estudiante de posgrado en química de Columbia. Señaló que estudios anteriores podían proporcionar estimaciones globales de nanomasa, pero en su mayor parte no podían contar partículas individuales, ni identificar cuáles eran plásticos u otra cosa.
El nuevo estudio utiliza una técnica llamada microscopía de dispersión Raman estimulada, que fue coinventada por el coautor del estudio Wei Min, un biofísico de Columbia. Esto implica sondear muestras con dos láseres simultáneos que están sintonizados para hacer resonar moléculas específicas. Centrándose en siete plásticos comunes, los investigadores crearon un algoritmo basado en datos para interpretar los resultados. «Una cosa es detectar, pero otra saber qué estás detectando», afirma Min.
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Los investigadores probaron tres marcas populares de agua embotellada que se venden en los Estados Unidos (se negaron a nombrar cuáles), analizando partículas de plástico de hasta sólo 100 nanómetros de tamaño. Detectaron entre 110.000 y 370.000 partículas en cada litro, el 90% de las cuales eran nanoplásticos; el resto eran microplásticos. También determinaron cuál de los siete plásticos específicos eran y trazaron sus formas, cualidades que podrían ser valiosas en la investigación biomédica.
Uno de los más comunes era el tereftalato de polietileno o PET. Esto no fue sorprendente, ya que de eso están hechas muchas botellas de agua. (También se usa para refrescos embotellados, bebidas deportivas y productos como ketchup y mayonesa). Probablemente ingresa al agua cuando se desprenden trozos cuando se aprieta la botella o se expone al calor. Un estudio reciente sugiere que muchas partículas ingresan al agua cuando se abre o cierra repetidamente la tapa, y pequeñas partículas se desgastan.
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Los nanoplásticos son tan pequeños que podrían pasar a través de los intestinos y los pulmones directamente al torrente sanguíneo y desde allí viajar a órganos como el corazón y el cerebro. «Antes esto era sólo un área oscura, inexplorada. Los estudios de toxicidad simplemente adivinaban lo que había allí», señala el coautor del estudio Beizhan Yan, químico ambiental del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.
La producción mundial de plástico se acerca a los 400 millones de toneladas métricas al año. Más de 30 millones de toneladas se vierten anualmente al agua o a la tierra, y muchos productos fabricados con plásticos, incluidos los textiles sintéticos, desprenden partículas mientras aún están en uso. A diferencia de la materia orgánica natural, la mayoría de los plásticos no se descomponen en sustancias relativamente benignas; simplemente se dividen y se vuelven a dividir en partículas cada vez más pequeñas de la misma composición química. Más allá de las moléculas individuales, no existe límite teórico sobre cuán pequeñas pueden llegar a ser.
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Los microplásticos se definen como fragmentos que van desde 5 milímetros hasta 1 micrómetro, que es una millonésima parte de un metro. Los nanoplásticos, que son partículas de menos de 1 micrómetro, se miden en milmillonésimas de metro.
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