Israel ataca la única iglesia católica de Gaza y hiere al párroco que hablaba con Francisco

Según informó la oficina de Cáritas en Jerusalén, el templo de Gaza City fue alcanzado por el disparo de un tanque hacia las 10.10 horas. El edificio sufrió daños, pero se mantiene en pie. En su interior se habían refugiado unas 400 personas, sobre todo civiles desplazados. Tres resultaron muertas. «La explosión ha tenido lugar cerca de la cruz en el tejado de la iglesia, expandiendo metralla y cascotes por todo el patio», explicó la institución religiosa.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Tel Aviv reconoció el ataque, anunció la apertura de una investigación para aclarar lo sucedido y lamentó el daño causado tanto a la iglesia como a los civiles que permanecían en su interior. «Los resultados de la investigación se publicarán de forma transparente», prometió. Sin embargo, el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, mostró sus dudas sobre lo sucedido. «Las Fuerzas de Defensa de Israel dicen que fue un error, pero no estamos seguros de ello. La iglesia ha sido alcanzada de forma directa», afirmó.

El Papa León XIV también se pronunció sobre el bombardeo. «Estoy profundamente entristecido por las víctimas y los heridos causados por el ataque militar a la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza. Aseguro mi cercanía espiritual a toda la comunidad parroquial», escribió en un texto en la red social X, en el que también lanzó un mensaje político: «Renuevo mi llamamiento a un alto el fuego inmediato: ¡Solo el diálogo y la reconciliación pueden garantizar una paz duradera!», apostilló.

Al menos nueve personas resultaron heridas tanto dentro como fuera de la iglesia. Entre ellas se encontraba el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, que recibió especial atención mediática hace meses por el contacto directo que mantenía con el anterior pontífice, su compatriota Francisco Bergoglio. Desde que estalló la guerra, el Papa le telefoneaba a diario para conocer su situación. Incluso cuando estaba enfermo.

Romanelli, cuyas heridas no revisten especial gravedad, hizo hace unos días un llamamiento pidiendo ayuda y advirtiendo de que la situación en el barrio de Zeitun era «muy, muy grave». El párroco explicó que «los bombardeos continúan complicando la vida de decenas y cientos de miles de personas». Este jueves, su actuación fue providencial. «Si el padre Gabriel no nos hubiese advertido de que entrásemos al interior, podríamos haber perdido cincuenta o sesenta vidas», afirmó un miembro de Cáritas.

Entre las condenas por la acción militar, destacaron las críticas de los gobiernos francés e italiano. «Estos ataques son intolerables, es hora de que cese la masacre en Gaza», escribió en X el canciller galo, Jean-Noël Barrot. «Los ataques que Israel lleva a cabo contra la población civil son inaceptables. Ninguna acción militar puede justificar semejante actitud», añadió la primera ministra Giorgia Meloni. En otros bombardeos, el ejército israelí mató este jueves a 24 personas más.