Hasta que punto las fuerzas de izquierdas están siendo capaces de empujar al PSOE hacia políticas socialmente más ambiciosas? En un escenario donde la frontera ... entre modelos sociales debería ser nítida, la tibieza programática termina beneficiando a quienes desean desdibujarla. La estabilidad institucional de décadas en el gobierno comienza a parecer inmovilismo.
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Unidas Podemos mostró su influencia en medidas concretas durante su etapa de gobierno con Pedro Sánchez. Cómo acabó es otra historia. En los dos años de coalición el empuje de IU ha condicionado silenciosamente. El voto decisivo de Covadonga Tomé en la Junta ha tenido conquistas menos evidentes. ¿Alguno de ustedes puede recordar qué se logró en la negociación presupuestaria de hace un año? La que ahora está abierta, sin exigencias claras sobre la mesa, evidencia que la oportunidad abierta para las formaciones a la izquierda del PSOE corre nuevamente el riesgo de diluirse. El único síntoma del fin del letargo ha sido estos días la apuesta decidida de IU de confrontar los modelos de vivienda derecha-izquierda tomando como terreno de juego Gijón.
La FSA dice perseguir los acuerdos amplios y con un tono moderado en un contexto estatal crispado. Pero donde algunos ven moderación otros alertan de que tras ello solo hay inmovilismo, gestos y declaraciones vacías. Quien tiene razón se verá con los presupuestos, que son, en última instancia, la expresión más concreta de un modelo de sociedad. De quienes los lideran, y de quienes pueden condicionarlos, queda la responsabilidad de dotarlos de contenido real y transformador. El debate presupuestario es una oportunidad para que estas formaciones de izquierda demuestren si son algo más que un acompañamiento del PSOE, y también para que el PP pueda demostrar si tiene una alternativa sólida y coherente para los desafíos de la próxima década.
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