Paseo con frecuencia por mi Gijón del alma, y con mucha frecuencia el saludo que recibo es un «te leo». No es mi ego precisamente ... quien entra en acción, me refiero a que me insuflan una energía renovadora que me dice que estoy viva, que pese al devenir loco de este mundo que cada vez entiendo menos y me es más ajeno, comulgo en ideas y pensamientos con quienes con tanto cariño me dicen «te leo». Lo que más me sorprende es que algunas personas sólo las conozco de vista; es decir, no tengo vinculación alguna con ellas, por lo que hacerme, o decirme, esa gracia, sería totalmente innecesario. Pero tenía necesidad de decirlo, de darles las gracias por leerme y por molestarse en hacer una alto en el camino para echar una parrafada conmigo. Lo dicho, periodista fuera de circulación y sin ningún tipo de influencia. Lo que no es óbice para que me interese cuanto acontece en esta cuidad, cuya evolución, aunque sólo sea por edad, conozco muy bien.
Publicidad
Dicho lo anterior traigo a colación otro tema: la sanidad pública. Esa que los políticos dicen que funciona muy bien y por la que muchos ciudadanos salen a la calle a manifestarse pidiendo a gritos, metafóricamente lo de los gritos, que se reduzcan las listas de espera, que no sea necesario esperar quince días para que te reciba tu médico de familia, que…, todo eso que los pacientes padecemos cada vez que nos ponemos enfermos. Salvo, claro está, que te pongas muy grave y pases directamente al centro hospitalario. Donde, por cierto, los médicos te atienden muy bien, pese a que con frecuencia hacen guardias interminables y me consta que no están ni tan siquiera bien pagados. Pero no entiendo por qué se habla de medicina preventiva, cuando si te pones enfermo (ya no cabe la prevención) y solicitas ser visitado por un especialista, pasarán muchos meses antes de que te atiendan. No hablo por boca de ganso, como se dice vulgarmente, porque yo misma he tenido que acudir a la medicina privada. Estamos en el mes de noviembre y mi doctora Raquel, que es un ángel, pero que no es especialista, me deriva al doctor pertinente: me dan cita para el mes de marzo. ¿Medicina preventiva? Sin comentario al respecto. Esta es la medicina que por más que se empeñen nuestros gobernantes en decir que es muy buena, deja mucho que desear. Y dicho esto, sé que quienes me leen me contarán en algún momento su historia que no será muy diferente a la descrita.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión