Trabajar para la Administración

Los banqueros comenzaron a ir a la cárcel (algún día de esos de poco jaleo en las noticias nos permitiremos reflexionar aquí sobre la sentencia del caso Argentia Trust y su concepto jurídico o político) y los profesiones liberales se convirtieron en un lugar en que se trabaja demasiado y se asumen todos los riesgos del trabajo por cuenta propia y cuenta ajena.

Así que si uno lee las preferencias laborales de las siguientes generaciones, se encuentra con que un altísimo porcentaje aspira a ser funcionario. Trabajo fijo, bien remunerado y sin mucho altibajo.

Pero no me refiero hoy a esto con el título de esta columna. Me quiero referir a que ya trabajamos para la administración todos nosotros y acaso ni siquiera lo sabemos.

Los profesionales del Derecho hace ya unos años que debemos presentar a juzgados y administraciones los escritos procesales y documentación que los acompaña escaneados, con un índice, en un determinado formato, bajo pena de inadmisión o preclusión de plazos procesales.

Y a la administración, muchos de ustedes tampoco pueden ya dirigirse con un papel y un bolígrafo, ni aguardar en su casa a que les llegue una respuesta. Como sean ustedes autónomos, profesionales de cualquier género o tengan una pequeña empresa, tienen la obligación de comunicarse con la administración por medios electrónicos. Sí, sí, eso que están pensando, aquella dirección de email que indicaron en aquel formulario hace años, que no se acuerdan, que por supuesto no saben la clave y que quizá no existe ni la compañía de la extensión de la dirección electrónica.

Y resulta que les están enviando comunicaciones a esa dirección, y que si usted no la recuerda, no sabe la clave, no la abre, está debidamente notificado. Desde una mera comunicación interlocutoria, hasta un impuesto, desde una multa a un tributo, desde un reconocimiento de una condición frente a la administración, hasta los intereses de demora de aquello que le han enviado dos líneas más arriba, que usted no vio, que ya ha devengado el 20% de recargo y sigue sumando intereses...

Así que ya trabajamos para la administración. Ya le hacemos las cosas para que no las haga ella. Ya le cubrimos los impresos perfectos, los colgamos en el buzón adecuado, unimos la documentación como anexo en el orden determinado. Y si no lo hacemos, usted y yo, peor para nosotros, que la administración ni conoce ni tiene alma.

Y nos contesta a un buzón que no recordamos, y el eco de lo que nos cuenta ni nos llega. Así que todos somos un poco funcionarios, aunque en la nómina de este mes no vea usted numerario alguno por tal concepto.