Es cierto que el Grupo Pachuca es uno de los grandes responsables de la vuelta del Real Oviedo a Primera División. Jesús Martínez y su ... equipo de asesores como Rafael Monge capitanearon la nave desde México mientras Martín Peláez rodeado de profesionales como Agustín Lleida y Roberto Suarez, entre otros, bregaban en territorio nacional por el ansiado ascenso. Un equipo de trabajo que consiguió un objetivo que incluso, a lo largo de estos 24 años, algún aficionado llegó a dar por imposible. Junto a Arturo Elías consiguieron el regreso de Santiago Cazorla y adquirieron el resto de los jugadores que nos devolvieron a la élite del fútbol.
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Pero la exigencia de la Primera División no permite conformarse con los logros del pasado por muchas alegrías que hayan traído a una afición que nunca ha abandonado a su equipo. Si analizamos brevemente los fichajes, la inmensa mayoría de jugadores han venido libres o cedidos y sus sueldos no son de grandes cantidades. Cedidos: Moldovan, Forés, Javi López, Rondón y Carmo. Libres: Reina, Bailly, Dendoncker, Ejaria y Brekalo. Comprados: Brandon por 0,5 millones de euros, Illic por 2 millones de euros y Chaira por 1,5 millón de euros. Además, cedidos de la anterior temporada están Viñas y Colombatto.
Este perfil de jugadores hacía pensar que el dinero se estaba reservando para una gran operación, ya que el límite salarial, como comentó el Presidente en una rueda de prensa, era de, aproximadamente, 42 millones. Sin embargo, los grandes nombres que completarían el pachucazo, apodo que la afición ha dado a los fichajes importantes del grupo, iban desfilando por la prensa, pero nunca llegaban a concretarse. El buen resultado contra la Real Sociedad y el gran juego del equipo fue el balón de oxígeno perfecto para una Dirección Deportiva, nacional e internacional, que no parecía encontrar un delantero apropiado para el Real Oviedo.
Hasta Paunovic fue claro en la última rueda de prensa sobre las necesidades del equipo. Además, viendo el rendimiento, hipotecar todo el gol a Rondón, Viñas y Forés era una operación de mucho riesgo si tenemos en cuenta que el único jugador determinante arriba, hasta ahora, ha sido Hassan. Tras observar como las últimas horas de mercado no han traído el refuerzo necesario en la delantera del equipo, sólo me queda preguntar lo siguiente: ¿Habrán comprometido las primeras obras de la ciudad deportiva los ingresos y, en consecuencia, las operaciones que puede cerrar el Real Oviedo?, ¿Se habrá pagado la totalidad de las acciones a Carso?, ¿O puede que la deuda de las dos temporadas anteriores de, aproximadamente, 5 millones de euros también haya sido un lastre? Cuesta creer que no haya un motivo de peso para no ser capaces de cerrar un atacante de garantías y luchar por evitar el descenso.
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De momento, lo único que es cierto, es que el Real Oviedo tendrá que esperar hasta el mes de enero para las futuras incorporaciones. Y si, San Mateo no lo quiera, los resultados no acompañan en la medida de lo posible los nervios pueden hacer rodar alguna que otra cabeza. Quizá en la próxima junta de accionistas del mes de noviembre, si no se pone en un horario laboral para facilitar la asistencia, los máximos responsables puedan responder a estas preguntas, a otras preguntas y quien sabe si asumir responsabilidades. Aunque ojalá todo salga bien y estemos brindado todos juntos las próximas Navidades.
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