En el ecuador del verano, pleno de soles y turistas y terminando el mes de julio, se nos fue Marcial. Ochenta y muchos veranos de ... sabiduría y bondad. De conversaciones tranquilas y apasionadas al mismo tiempo, que definían bien el hombre que fue, el marido de Olga, el padre de los hermanos Manzano y el paisano, con mayúsculas, de La Salgar.
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Te echaremos de menos, Marcial. Padre de mi amigo y amigo mío. No hace muchos días estuvo por El Corral Sandra, la tu cría pequeña, y acordamos que volvería pronto y que lo haría acompañado de vosotros, con Olga y contigo, y así con el pretexto de venir a comer, vernos y celebrar juntos que aquí seguimos.
¡¡Cuántos veranos que nos conocimos, Marcial!! Cuántos años de admiración a esa manera serena y generosa de vivir. Ya no vendrás por El Corral, pero andarás alegre por el corazón de todos los que tuvimos la suerte de tratar contigo.
Buen viaje, Marcial, y que todas las estrellas de los restaurantes te guíen. Hasta siempre.
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