Sabino Fueyo, director del periódico falangista 'Arriba', se quejaba ante el dictador Franco de las presiones que recibía por parte de sectores del Movimiento Nacional. ... Para aquietarle, Franco, gallego del Ferrol, le aconsejó: «Pues haga usted como yo, no se meta en política». Lo cual demuestra que cualquier dirigente gallego disfruta de un extraño poder, atávico y ancestral, que le permite no mojarse cuando llueve, e irse de rositas cuando caen chuzos de punta. Tal poder fue patrimonio intelectual de Casares Quiroga, Leopoldo Calvo-Sotelo, Mariano Rajoy y muchos otros, como los ferrolanos Canalejas o Pablo Iglesias, fundador del PSOE. Se cuenta que en una recepción oficial, un general le comunicó a Franco que había oído que su nombre sonaba para ministro. «Pues yo no he oído nada», fue la respuesta de Franco para regatear la cosa a la gallega y no dejar nada claro. Muy gallega es la frase de otro que, por invitación de la prensa local, asistió a una muy pesada y cursi función de ópera, que ni le gustó ni le divirtió. Y a la salida del teatro, cuando un reportero del periódico invitante le preguntó cómo había ido el asunto, el hastiado sufridor respondió con un golpe de alma galaica: «Amigo mío, si le dijera la verdad, le mentiría». Por eso es fácil augurar que gracias a tales peculiaridades psicológicas, caracterológicas, ancestrales y tribales, nuestro Feijóo pisará con soltura las alfombras del palacio monclovita, y será un buen gobernante. De hecho, en Onda Cero, ante las capciosas preguntas de un inquisitivo Alsina acerca de la foto de Colón, Feijóo replicó que para eso, «los gallegos tenemos una respuesta categórica, que es depende». «Pero dígame sí o no», insistía Alsina. Y Feijóo respondía, «sí y no». Ya lo recomendaba Alvite, periodista compostelano, «la verdad siempre por delante, pero sin cometer el error de ser sinceros». En un debate acerca de la Ley y la Constitución, el exministro coruñés Romay Beccaría acuñó una frase que resume lo del 'depende', al afirmar que «si una tiene razón, a la otra no le falta». O como cuando dos tranquilos paseantes comentaban un caso, (y aquí imiten el acento de la tierriña), y uno de ellos suelta, «pues Manolín, por un lado, yo que sé... Y por el otro, ¿qué quieres que te diga». Y Manolín, con ese rumor hondo que huele a ritual patrio, le contestó, «pues mire, don Mariano, va a tener usted razón». Por eso es seguro que al adentrarse en Moncloa, el Feijóo de hoy tendrá presente aquel otro dicho del ministro franquista y pontevedrés Pio Cabanillas; «Ganaremos, pero todavía no sé quienes».
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión