La estación de Pinypon
El pasado lunes, el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, hizo en Gijón un 'Juan Palomo': yo me lo guiso, yo me lo ... como. Llegó a la ciudad, se marcó un solitario en Jove evitando cualquier sonora protesta vecinal, se desplazó hasta el Ayuntamiento y allí presentó la última propuesta de estación intermodal para la ciudad. Santano proyectó en pantalla una terminal de trenes y autobuses monísima. Con una luz solar en los andenes pocas veces vista en Gijón, amplitud en las estancias comunes a dolor y modernidad a 'barullu'. Todo ello perfectamente salpicado con dibujinos de gente joven, 'trolley' Samsonite en mano, por pasillos y 'hall' de entrada. Vamos, una estación que ya quisieran para sí los fans de los juguetes Pinypon.
Sin embargo, no concretó cómo se va a pagar esa preciosa estación para la que dio una horquilla de gasto tan rigurosa que va de los 350 a los 500 millones. A lo mejor, podríamos echar mano del dinero del Monopoli para financiarla. Tampoco dijo el secretario de Estado de Transportes cuándo empezará su construcción y, mucho menos, cuándo entrará en servicio, si es que algún día lo hace. El horizonte del 2032 es la fecha más optimista si todo discurre sobre ruedas (bueno, sobre raíles en este caso). Ocho años más, en el mejor de los escenarios. Mientras tanto, en Gijón seguiremos con la estación provisional, que lleva así más de una década. Pero no se preocupen, que en verano recuperamos el trenecito, ideal para una ciudad Pinypon.
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