En la plantilla de jugadores del Sporting y en el batallón de técnicos sorprendieron los pitos del último partido, pese a la victoria sobre el ... Alcorcón. Parece que ni los 'artistas', ni los técnicos, auxiliares y similares conocen a la afición rojiblanca.
El Sporting tiene una masa social fiel, pero entendida y exigente. Es capaz de aplaudir en una derrota y protestar en un triunfo. El desahogo en la última jornada fue provocado por el pobre nivel de juego ofrecido. Con el paso de los días se olvida, aunque Ramírez y sus muchachos ofrecieron últimamente más decepciones que alegrías.
Los jugadores que no saben cómo es la afición rojiblanca pueden preguntar. Joaquín pasó una reválida de silbidos durante meses. Miera confió en él, aunque al principio era un jugador más torpe que vistoso. Maceda, uno de los mejores centrales de la historia, se cansó de ser pitado y respondió con tres cortes de manga que le costaron una tarjeta roja. A otros jugadores los pitaban hasta en el calentamiento.
Mañana toca visitar a un colista entusiasta. El Amorebieta lleva una aceptable racha, pero las diferencias en la clasificación tienen algún significado. El fútbol no tiene secretos, pero sería conveniente que el míster no complicara la alineación con alguno de sus frecuentes inventos. Como es habitual, el Sporting estará arropado en Bilbao por un grupo de incansables viajeros, que se desplazan con una ilusión y esperando no verse defraudados otra vez.
Si Ramírez utiliza la coherencia, en la elección de jugadores y dibujo táctico, el Sporting debe demostrar que es mejor que el Amorebieta. Para eso es necesario no confiarse y afrontar el encuentro con una intensidad máxima. De ellos dependerá, si no quieren escuchar silbidos.
Además de los ecos de los pitos, la semana mantuvo la jira del entrañable Tuero con los bocetos de 2011 adaptados al Mundial 2030 con un remodelación 'low cost' de El Molinón, sin incluir los 50 millones de la FIFA, ni los imprevistos adicionales. Es más conveniente que los políticos trabajen unidos en lugar de utilizar el Mundial para estrategias de su partido, buscando un desgaste del adversario.
Todos queremos el Mundial, pero no a cualquier precio con dinero público. Orlegi, por medio de Alejandro Irarragorri, abrió un camino ilusionante, con el anuncio de inversiones que nunca se conocieron. Ahora se aparta de la carrera y le deja la patata caliente al Ayuntamiento. Tal vez sea tarde, pero, por lo menos, los políticos deberían luchar en equipo, sin ánimo de protagonismo.
Los verdaderos protagonistas están sobre el césped. De ellos se espera un triunfo en Lezama, así como del Sporting Atlético, que recibe hoy al Praviano en Mareo. Las féminas siguen con la ilusión de la permanencia, para lo que necesitan un buen resultado en Vallecas. Sus resultados son los que pueden generar alegrías en la parroquia rojiblanca y evitar que nos aburramos.
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