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El dado

Nacho Ciudad

Gijón

Martes, 4 de noviembre 2025, 01:00

El juego de la Oca suele ser divertido porque sólo hay que dejarse llevar. No hay estrategia posible y dependes únicamente de un dado caprichoso ... que te lleva de oca en oca si le da la gana y, si no, vas tropezando en todos los obstáculos. Le puedes dar un toque etílico (ay, cuántas tardes de okalimotxo) en el que también dependes del dado caprichoso pero por lo menos, acabas contento. Para la resaca del día después, no hay reclamaciones. Todo este rollo viene a colación del acceso a El Musel, que parece una versión del juego de la oca en el que ya estamos con esa resaca pero sin haber tomado nada. Simplemente, el dado caprichoso del ministerio de Transportes nos ha llevado al segundo puente, a la posada, a la cárcel y, ahora, a la casilla de la calavera. Y vuelta a empezar.

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Si fuera un juego de mesa, tendría gracia pero, lo cierto es que no tiene ninguna ver pasar el tiempo y que los camiones sigan atravesando La Calzada. Ahora dicen en Transportes que van a hacer otro estudio para comprobar si Aboño en viable. Con dinero, todo es viable, incluso el vial de Jove que tiraron a la basura, aunque aquí parece que, más que cuestión de conseguir el dinero, se trata de ganar tiempo y seguir sin hacer nada. Porque cuando el diseño del acceso por Aboño parezca rematado, a lo mejor sale otro trilero diciendo que por qué no hacemos una vía de doble calzada desde Tabaza, que puede que sea menos compleja técnicamente. Y así, se hará otro estudio y caeremos de nuevo en la casilla de la calavera. Todo, por depender de un dado caprichoso.

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