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El otro muro de las lamentaciones

Sábado, 13 de septiembre 2025, 02:00

La exposición 'This is war', Esto es la guerra, de Manu Brabo que se puede ver en el museo Barjola es cruda, directa y estremecedora. ... A través de fotografías realizadas mayormente en el avispero de Oriente Medio durante los primeros años de la segunda década de nuestro siglo, el fotoperiodista residente en Asturias nos muestra, con realismo y honestidad, los desastres de la guerra. Concretamente, los terribles conflictos que han sacudido Libia, Egipto y el Próximo Oriente. Las fotografías, además de invitar a una reflexión sobre la inoperancia de Europa a la hora de encontrar y aplicar soluciones, nos muestra una de las consecuencias de la guerra en Occidente. La emigración para salvar lo único que a estos pueblos en conflicto no se les ha arrebatado: la vida.

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Más allá del mero documento, cada fotografía contiene una historia única y diferente a las de las otras imágenes. Así, nos encontramos con fotos trágicas pero envueltas en ternura, como la del padre que abraza a su hijo herido o muerto, una de las fotos por la que, junto a sus compañeros de Associated Press, Manu recibió el Pulitzer en el 2013. Otra foto muestra con detalle y brutalidad el rostro y cuerpo de Gadafi sucio y muerto. Fotos que muestran el sufrimiento humano, los rezos colectivos o los emigrantes resignados y hacinados en barracones. Entre tantas historias, hay una fotografía que refleja cierta extraña cotidianidad. En ella se ve unas niñas y niños árabes atrapados en la guerra, que parece que juegan, junto a un soldado iraquí fuertemente armado, y un cadáver semienterrado del que solo sobresalen las piernas.

Cuando bajamos de la primera planta en donde está la exposición, nos topamos en el vestíbulo con un cuadro de grandes dimensiones de Juan Barjola, 'El muro de las otras lamentaciones', que posee algunos detalles inspirados en 'Los fusilamientos del dos de mayo', de Goya. Probablemente, el cuadro de Barjola ha estado allí desde la inauguración del Museo, pero después de ver la exposición de Manu Brabo, parece cobrar una nueva y trágica actualidad, como epílogo de una exposición desgarradora.

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