N o era necesario que lo certificara la Intervención General del Estado, porque salta a la vista: Asturias está a la cola de las comunidades ... autónomas, solo con Cataluña por detrás, en la clasificación que fija la ejecución de las inversiones estatales presupuestadas para 2021. El Estado presupuesta poco en Asturias y ejecuta poco de lo poco presupuestado. Un vistazo a la situación confirma la exactitud de esa percepción desalentadora. Son escasas las obras presupuestadas y las que están en marcha se ejecutan con lentitud desesperante: el tercer carril de la 'Y' entre Lugones y Oviedo, por citar un caso.
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El desánimo ante esa realidad frustrante crece al observar cómo desde el Gobierno autónomo se mantiene una actitud pasiva, consentidora, como si la desatención del Ejecutivo central fuera una maldición insoslayable, postura que solo cambia, para asumir, siquiera en apariencia, enérgicas reivindicaciones cuando la presión política dentro de la región obliga a ello. Luego, el silencio hasta la próxima ocasión en que se repitan la escena y el escenario.
Se tiene, además, la impresión de que desde el Gobierno autónomo se transita por el ramo de los transportes y las obras públicas sin la seguridad que da el conocimiento profundo de la situación. De hecho, es asunto que compete a la Consejería de Medio Rural, a la que se añade un apéndice (y Cohesión Territorial) revelador, tal vez, del papel secundario que se le concede a un aspecto clave de la vertebración regional.
Pues bien, el otro día el consejero del ramo anunció como una conquista la unificación de las tarifas de cercanías de Renfe, las de ancho ibérico y las de ancho métrico (exFeve). Pero no anticipó, sin embargo, ninguno de los resultados prácticos del cambio. Ahora mismo, el descuento por tarjeta dorada (mayores de 60 años) es del 50 % en todos los servicios en vía métrica, pero solo del 40 % en los demás. El usuario debe disponer de tres tarjetas distintas para beneficiarse de las rebajas que procedan, lo cual es en la práctica una decidida apuesta por poner al aspirante a viajero camino del frenopático.
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No desveló el consejero lo que va a pasar con el embrollo tarifario de cercanías, pero sí descubrió que el Estado no financia al Consorcio Regional de Transportes de Asturias. Ni un euro. Mientras, se muestra generoso con los tinglados del transporte de viajeros montados en Madrid, Barcelona, Valencia y Canarias. El consorcio asturiano tiene 20 años, los que, al parecer, se han tardado en darse cuenta de que Asturias también debería tener derecho a nutrirse de esa ubre estatal.
Pero puede haber cosas peores, como el bochorno de que el Sporting tuviera que hacer un esfuerzo final para no descender de categoría. Nunca en su historia llegó a menos el club rojiblanco, irreconocible en su decadencia. Bajo la férula de palabreros, vendedores de humo, que fijan el objetivo de cada temporada en clasificarse entre los seis primeros de Segunda División. El imperio de los ineptos, autores de la malversación de un patrimonio histórico y del gasto insensato en contratar a decenas y decenas de mediocridades. Otro Sporting es posible. Lo fue en 2008, con Preciado, y en 2015, con Abelardo. Sin despilfarros. Con honrada ambición y entrega.
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