Un lupanar del Lecho de Pulgas

¿Por qué se hacen fotos? A ver, que esto es de primero de corrupto. Si voy a cometer una ilegalidad (o un ciento), ni móviles ni cámaras ni nada por el estilo. Inhibidores de frecuencia y seguridad máxima. Pero nada, no aprenden

Viernes, 10 de marzo 2023, 00:53

A veces creo que vivo en un universo paralelo al real o, tal vez, sean otros, en verdad, quienes lo viven. No lo sé, pero ... es una sensación que me invade cada vez que leo, veo y escucho algunas noticias. Un mundo que tiene forma de tiempos pasados; de tiempos muy podridos.

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Lo del Tito Berni. Sí, voy a hablar de este tema porque, miren, es que no hay por dónde pillarlo. Además de mandarles a todos a su casa o a la cárcel, en función de los delitos de cada cual y, por supuesto, inhabilitarles de por vida, todo esto es cutre, soez, rancio y vergonzoso. Uno ve las fotografías y piensa, es inevitable, en el mundo creado por Santiago Segura en 'Torrente'. Los implicados del 'Caso Mediador', que bien podía haberse llamado 'Trama Lupanar', parecen personajes sacados de ahí.

Esa habitación de hotel en tonos castaño, la chica desnuda -vestida solo con una toalla- sentada sobre el brazo del sillón, el otro con el albornoz, la droga, la cama desecha, los torsos y barrigas desnudas, los botellines de Coca-Cola, las chanclas y el pantalón corto con la camisa de vestir... Que por cierto, ¿por qué se hacen fotos? A ver, que esto es de primero de corrupto. Si voy a cometer una ilegalidad (o un ciento), ni móviles ni cámaras ni nada por el estilo. Inhibidores de frecuencia y seguridad máxima. Pero nada. No aprenden.

Y los puros en los restaurantes con las mascarillas haciendo de bufanda o de guardapapadas, los copones de gin-tonics, las comilonas, los reservados, los prostíbulos y las luces de neón...

No sé qué decirles, de verdad. Cada vez que veo las imágenes tengo un 'déjà vu'. Es como volver a los años 90. Como en la época de Jesús Gil. ¿Se acuerdan de él? Seguro que sí. Allí tirado en su piscina, rodeado de mujeres en biquini. Con el pecho descubierto, cadena de oro bien visible, fumando puros y sonriendo a la cámara mientras nos explicaba cómo se debían hacer las cosas en política para que el país prosperase. Política, puros, pecho descubierto y señoritas en bikini. En fin.

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A ver, que a lo mejor soy yo. Tal vez he visto demasiados capítulos de 'Ley y orden. Unidad de víctimas especiales' y estoy contaminada por la serie, pero es que cada vez que en ella desmantelan una fiesta con poderosos, políticos y empresarios, también militares, suele ser de lujo o, por lo menos, más elegante de lo hasta ahora visto en este caso, sobre todo si hay políticos implicados. Un poco de boato en el asunto, vaya. Algo más de delicadeza y distinción, pero lo de estos señores... Sus instantáneas. Que viéndolas, uno piensa, sin abandonar las series, en un lupanar del Lecho de Pulgas.

Un 'déjà vu', una puerta a los 90 que nos hace recordar no solo a Jesús Gil y su piscina, también a Luis Roldán. ¿Se acuerdan de este hombre? Fue político, como el tito Berni, y estuvo al frente de la dirección de la Guardia Civil del 83 al 93. Luego, bueno, ya sabemos que la vida se le torció. Esto me ha quedado muy amable, lo sé. Fue condenado a 28 años de cárcel por malversación, cohecho, fraude fiscal y estafa. Y de él también son memorables -cómo olvidar aquello- las distintas fotografías de sus fiestas. Era 1994, pero, al parecer, para esto del 'putas y varios' que decía el otro día Macarena Olona en una entrevista televisiva, el tiempo no avanza y quizá, en el fondo, el mundo tampoco.

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