El Oviedo Rugby reclama «unas instalaciones dignas» en Vallobín

Un terreno de juego convertido en un barrizal, un gimnasio cerrado por entrañar peligro, grietas y deficiencias en los vestuarios son el día a día en las instalaciones del Real Oviedo Rugby. Desde el club están cansados de reclamar al Ayuntamiento y Principado el acondicionamiento de las instalaciones, las gradas y la necesidad de un campo de hierba sintético que ofrezca las garantías óptimas para la práctica del rugby.

En total son once equipos (más de doscientas personas), ocho en competición, que entrenan y juegan en un terreno que dificulta la práctica de este deporte y lo que es peor, puede causar lesiones a los jugadores. «Con todo el barro que hay, se pueden infectar heridas que se produzcan durante el partido. Estamos hablando de la salud de los jugadores», apunta José Luis Barettino, presidente del Real Oviedo Rugby. El estado del campo «puede llegar a provocar sobrecargas musculares», señala Mario Rodríguez, directivo del club.

La instalación de un campo de césped sintético sería «la solución a largo plazo», aseguran desde la dirección. Unos terrenos que el Principado cedió y en los que el Ayuntamiento construyó las instalaciones. Por ello, solicitan a las instituciones que a través de posibles acuerdos o convenios den cobertura a las necesidades del equipo.

«Con estas instalaciones no somos atractivos para nadie», incide Barettino a la hora de conseguir nuevos patrocinadores. «No estamos pidiendo nada exagerado. Llevamos más de treinta años llevando el nombre de la ciudad por toda España. Nuestros jugadores tienen derecho a desarrollarse como deportistas en unas condiciones idóneas», afirma el presidente. Para entrenar recurren en ocasiones a campos de fútbol que «nos dejan algunos equipos de fútbol como el de San Lázaro. En estas condiciones no podemos recibir equipos de División de Honor, somos unos sin techo», subraya Barettino.

Gimnasio cerrado

Además del terreno de juego, el resto de instalaciones necesitan una intervención urgente: saneamiento de los vestuarios, arreglar las gradas y construir una cubierta para lo que el Ayuntamiento había destinado una partida de 400.000 euros que «se quedó en 120.000 y cuyas obras no han comenzado» y el acondicionamiento del gimnasio. «Este espacio es un mero recuerdo, tenemos prohibido el acceso y para compensar hay un acuerdo con el gimnasio Go Fit donde van a realizar trabajos de pesas y otros ejercicios los jugadores», comenta Mario Rodríguez. El Real Oviedo Rugby lleva en las instalaciones de El Naranco «quince años sin ningún mantenimiento» y con el uso de todos los equipos la situación «es límite».

El club está recogiendo firmas para «tener unas instalaciones dignas y no verse condenado a desaparecer» en Change.org. Ya llevan más de 2.460 apoyos.