El 'youtuber' que acosó a cuatro chicas en Oviedo deberá indemnizarlas

A las 10.30 horas Wilson Alfonso, el 'youtuber' que acosó de cuatro chicas cuando les dio un beso en los labios sin su consentimiento y después lo colgó el vídeo en las redes sociales, entró en los juzgados de Llamaquique tapado con un gorro y con una actitud chula. Está misma postura fue la que tuvo ante la magistrada del juzgado de Instrucción número 4, según los presentes, aunque finalmente reconoció los hechos y admitió la pena: una indemnización a las cuatro jóvenes. Pagará una multa de 1.890 euros e indemnizaciones a las víctimas por 1.000 euros más.

A pesar de su arrepentimiento, Wilson Alfredo aún no ha perdido perdón públicamente a las víctimas. Es más, de los juzgados de Llamaquique salió corriendo y cogió un taxi sin prestar declaración ante los medios de comunicación.

Por su parte, dos de las víctimas pidieron una indemnización, ya que según explicó una de ellas, se siente "engañada".

Wilson Alfonso ofrecía su declaración ante el juez ayer durante tres horas. A las ocho y media de la tarde quedó en libertad, aunque se mantuvo su imputación y en los próximos días afrontará un juicio rápido.

Abandonó la comisaría junto a su abogada y su tía, y tras rechazar hacer cualquier declaración, los tres se dirigieron al hotel de la Reconquista.

Mientras todo esto ocurría, las críticas al acosador corrían como la pólvora en las redes sociales. Algunas voces pedían que la ley actuase sobre él y otras como la de Mocedá Comunista le advirtieron: «Si tocas a una mujer, tocas todas». Por su parte, la Plataforma Feminista de Asturias están pensando realizar una denuncia pública sobre estos hechos que, en palabras de Marisa Carretero, integrante de la Asociación Ideas Claras Mujeres, se deben «penalizar». «Este vídeo es machista, pero si fuese una mujer la que hubiese engañado a tres hombres, también diría que la actuación es una falta de ética».

Más grabaciones

Ayer por la mañana, Wilson Alfonso no imaginaba que acabaría ante la Policía. A esas horas, y a través de varios mensajes en una conocida red social, avanzaba que a las cinco de la tarde estaría ante el Calatrava o cerca del hotel Silken Monumental Naranco, en Vallobín, grabando nuevos vídeos para Youtube. Él y su compañero cámara que le acompaña, y que no ha sido identificado, querían aprovechar el tirón mediático del engaño para ganar más reproducciones. Las críticas comenzaron a lloverle. Wilson Alfonso optó por borrar el clip del acoso. Escribió que los comentarios negativos estaban «dañando mi imagen» y que por esta razón se veía obligado a borrar tanto su canal como su perfil de Facebook. «No volveré a grabar más hasta que monte un sistema legal para proteger mi trabajo», dijo sin mostrar el más mínimo arrepentimiento. Tampoco grabó nuevos abusos. La Policía le requirió para tomarle declaración en Comisaría tras recibir tres denuncias de sus víctimas, aunque los agentes creen que pueden recibir más aún.

Wilson Alfonso no tuvo en cuenta la ley cuando acosó, grabó y subió a las redes el vídeo en el que aparece engañando a tres jóvenes con un truco de magia. Al pedirles que cierren los ojos, les asalta con un beso. Un abuso que él calificó de «broma, con buenos resultados», a pesar de «una cachetada». El juzgado le espera.