Nave okupa en Oviedo: «Yo no abandoné a mis hijos, me los quitaron por ser una mujer maltratada»
La madre de la joven de 15 años desalojada de una Almacenes Industriales pide estar con ella y así «deje de fugarse del centro de menores y estudie»
Laura Solís es la madre de María, la adolescente de 15 años que el fin de semana pasado fue desalojada, junto a otras siete personas, ... de una nave okupa de Almacenes Industriales. Llevaba tres meses fugada de un centro de menores y desde el sábado, gracias a la intervención de la Policía Local, se encuentra en Los Pilares. Su madre, una mujer de la cuenca minera víctima de violencia de género, no tiene la custodia de ninguno de sus tres hijos menores. El mayor, que pronto cumplirá 18 años, también se encuentra fugado de un centro; el pequeño fue dado en adopción el año pasado. Telefonea a EL COMERCIO para denunciar que lleva «seis años luchando por ellos sin conseguir nada».
Su historia es dura. «Yo estaba separada del padre de los niños y empecé con otra pareja hace seis años. María tenía nueve y el mayor casi 12. Él me empezó a agredir, muchas veces delante de ellos, y la niña lo contó en el colegio; se activó el protocolo de desamparo y vinieron a por ellos. No tenían una falta, siempre iban limpios, ella iba a baile, él a fútbol, pero me los quitaron», rememora. Sostiene que le han «jodido la vida» porque, a pesar de que en ese momento le ofrecieron una vivienda de emergencia en Campo de Caso, no pudo aceptarla al no tener ni coche ni carnet de conducir.
«Seguí con mi maltratador; sólo lo tenía a él, pero tardé cinco años en ver qué era en realidad. Ya no estoy con él y lo que intento es que al menos mi hija pueda estar conmigo, para que deje de fugarse del centro y estudie, que esté con su madre. Me da igual de qué forma, pero quiero estar con ella y si tenemos que ir a terapia familiar, vamos a donde sea», promete.
Solís critica la extrema burocratización de los centros de menores. «Para hablar con ellos tengo que solicitarlo a la consejería, mandar un fax y no puedo contactar con el técnico porque no me coge el teléfono. A mi hijo mayor lo agredió uno de los educadores en uno de los centros en los que estuvo, María pidió hacer un curso de informática, porque es lo que le gusta, pero se lo denegaron». Este mismo jueves tiene programada una reunión para discutir la propuesta de llamadas y visitas en Los Pilares, «que es un centro como para empezar de cero, así lo llaman». Un centro de menores «abierto», por lo que teme que María siga escapándose. Cuando lo hace, dice, es «la última» en enterarse.
La nave okupa
Ahora bien, ¿qué hacía su hija en una nave okupa de Ciudad Naranco? Sospecha que es un lugar al que acuden algunos jóvenes a pasar las tardes, pero está convencida de que no duermen ahí. «Yo lo que pido es que me den una alternativa para que la niña esté con su madre y pueda estudiar. Ella siempre ha pedido estar con su madre. Yo no abandoné a mis hijos, me los quitaron por ser una mujer maltratada. Sé que hay casos en los que los niños están mejor en centros que con sus padres, pero no es el de mi hija».
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