Arranca después de diez años la rehabilitación de la capilla de los Vigiles de la Catedral

Durará seis meses y costará 296.051 euros, pero todo a su debido tiempo. Los operarios de Valuarte Conservación de Patrimonio colocarán hoy la primera piedra de una de las restauraciones más esperadas y necesarias de la Catedral: la de la capilla de los Vigiles, que durante años ha permanecido cerrada y ennegrecida por las humedades a la espera de que el proyecto saliese finalmente adelante. Este mismo mediodía, los profesionales de la firma palentina comenzarán a asegurar la estructura, para acometer sin demora los trabajos que devolverán su esplendor a una de las capillas más cotizadas de la gran basílica metropolitana, diez años después de que el Consejo de Patrimonio Cultural del Principado aprobara el proyecto.

Las cicatrices de la capilla son numerosas y de distinta consideración clínica. Fisuras y grietas por doquier, sillares rotos o en un aparente estado de deterioro, microvegetales en las bóvedas y paramentos y un alto grado de oxidación en la verja que cierra la estancia y afecta a su resistencia y color. Por eso, el proceso será lento y costoso, si bien desde el Ministerio de Cultura habían previsto en el inicio una actuación de 450.000 euros, pero finalmente se invertirán casi 300.000 euros.

No obstante, se realizará una reparación integral. Es lo que necesita la capilla de los Vigiles. Erigida entre 1627 y 1640, con tres arquitectos (Naveda, De la Huerta y Manzano) al frente. Su nombre se debe al impulsor, el obispo Juan Vigil de Quiñones. Pintada en blanco y dorado, no llegó a policromarse por desavenencias entre los herederos de Vigil. En su interior destaca el retablo de la Anunciación de Luis Fernández de la Vega, hecho en madera. También la iluminación superior, la estatua orante del religioso, los relieves o la sillería.

La presencia de restauradores parece habitual en estos últimos tiempos en la Catedr+al, que simultanea seis obras, con la rehabilitación de cinco capillas de la girola, más ahora los Vigiles.