El Ayuntamiento de Oviedo relanza la rehabilitación del kiosco del Bombé

El nuevo equipo de gobierno anunció entre sus prioridades un plan integral de recuperación del Campo San Francisco, que, y ahí coincide con la oposición, se ha convertido más en un lugar de paso que en un espacio para el esparcimiento de los ovetenses. Entre los primeros objetivos, está la rehabilitación del kiosco de la música del paseo del Bombé, que lleva vallado cinco años por un contencioso con la anterior contratistas. La nueva licitación para competar los trabajos está casi lista. Supondrá una inversión máxima de 290.000 euros y tres meses de trabajos. Cifras casi idénticas a las del contrato original porque la nueva adjudicataria tendrá que deshacer parte de lo realizado hasta ahora, porque no se ajustaba al proyecto.

El 10 de noviembre de 2017, el Juzgado de lo Contencioso Número 6 falló en favor del Ayuntamiento y avaló la resolución del contrato de las obras de rehabilitación del kiosco de El Bombé por causas imputables a la contratista. Los técnicos de Gestión del Patrimonio tardaron, sin embargo, hasta agosto del año siguiente en emitir su informe y fueron necesarios casi otros diez meses para completar la liquidación del contrato y a la reclamación de 46.059 euros a la empresa MC Conservación y Restauración por daños y perjuicios. Al anterior equipo de gobierno ya no le dio tiempo, en parte por los recelos de Intervención, a licitar las obras, que ahora se pretenden financiar a caballo entre este ejercicio y el próximo.

Los trabajos para recuperar el templete, obra de Ildefonso Sánchez del Río, llevan parados desde el verano de 2015, cuando los técnicos municipales señalaron que la empresa estaba incumpliendo el proyecto. La empresa se opuso, y defendió que el diseño de la actuación era defectuoso, que cuando le tocó volver a montar la cubierta las piezas no encajaban, por lo que optó por reconstruirlas sin incluir las pletinas que debían proteger las juntas.

El asunto acabó en los tribunales. El Contencioso falló en favor del Ayuntamiento. Sostuvo que la dirección facultativa «exigía el aplome de las columnas de fundición para proceder al montaje de la estructura» y que «tampoco se discute» que la contrata, al comprobar que, tras montar seis arcos, «no iban a encajar las piezas que faltaban», liberó las columnas para encajar el mecano a la fuerza.