«Habrá cierres si siguen improvisando las medidas»

La asociación de sidrerías de la calle Gascona cumplirá 22 años en unos pocos meses, pero la cosa no está como para celebrarlo demasiado por ahora. El presidente del Bulevar de la Sidra y dueño de La Finca, Pedro Caramés, anticipa una «cuesta muy difícil de subir» para los próximos meses. Más, critica, si el Gobierno sigue «improvisando las medidas» para el sector de la hostelería. Eso sí, «la gente tiene que salir a la calle», sentencia, «con respeto al virus, pero sin miedo», porque sin ellos, «caemos todos».

-¿Cómo han transcurrido estos casi ocho meses en la calle Gascona?

-Nuestro sector fue el primero en cerrar. Entendimos la gravedad de la crisis en las primeras semanas de la pandemia y no dudamos en bajar la persiana. Fueron dos meses duros, pero teníamos esperanza. Después llegó una cierta recuperación gracias a un verano más que favorable para los tiempos que corren. Pero ahora estamos cayendo en picado y asistimos todos los días a una montaña rusa de sorpresas, anuncios y mensajes contradictorios que lo único que hacen es aturdir a los clientes. La gente ya no sabe qué se puede hacer.

-Las restricciones son claras...

-No para los clientes. Llevamos con este virus más de medio año y parece que el Gobierno sigue improvisando las cosas, avisando de cierres o nuevos horarios un viernes a última hora de la tarde. Y hoy se sabe que, después de cierres tan drásticos como el del ocio nocturno y la implementación de todas medidas de seguridad, los contagios en los bares no son tan significativos. Los clientes son nuestro mayor valor, lo hacemos todo por ellos, pero esto indigna.

-¿Ha habido bajas en el Bulevar de la Sidra?

-Hoy por hoy no las hay, pero el presente es muy duro y va a ser una cuesta muy difícil de subir. Lo que está claro es que habrá cierres si siguen improvisando las medidas.

-¿El empleo se mantiene?

-Cada negocio es un mundo y cada empresario lo gestiona como puede. Nuestros empleados son sagrados para nosotros, pero hay gente que irremediablemente va a tener que despedir. Hay sidrerías que sacaron a todos sus trabajadores del ERTE para la campaña de verano y ahora no sabe qué hacer con ellos, porque no hay volumen de trabajo.

-Están en pérdidas.

-Sí, de hasta el 70% según qué locales, y con el nuevo horario las cenas se han reducido a más de la mitad. Solo hace falta pasear por cualquier calle de Oviedo y ver que la gente no está saliendo. En Gascona trabajamos desde hace tiempo en turnos de cenas y uno se ha perdido por completo. Es muy fácil, si a las nueve y media de la noche no ha entrado nadie a cenar, puedes ir cerrando.

-¿Temen otro confinamiento?

-No es que lo temamos, es que realmente ya hay un autoconfinamiento. La gente ya no sale de casa, porque les están pidiendo desde el Gobierno que se autoconfinen. Ya nos han metido el miedo en el cuerpo y luego eso se traslada a la calle. Yo repito siempre que tenemos que tener respeto al virus, pero no miedo, salir a la calle y cumplir todas las medidas de seguridad, porque con miedo caerá el comercio y la hostelería, y será una bancarrota de la que el país no se va a poder levantar.

-¿Las ayudas han sido suficientes?

-Las ayudas siempre son insuficientes, pero no solo para la hostelería sino para cualquier otro sector.

-La hostelería es uno de los más perjudicados.

-Por eso no nos cabe en la cabeza que se siga legislando 'a saltu mata'. Si el sector es tan perjudicial, que lo cierren, pero lo que no se puede hacer es ir troceándolo poco a poco con medidas improvisadas. A las autoridades se les llena la boca para decir que somos Europa, pero en Francia están pagando el 75% de la facturación del año anterior.

-¿Los clientes siguen con miedo a entrar en los bares?

-La gente tiene miedo porque les están repitiendo que la hostelería es mala, y muchos ven con reticencia sentarse en una terraza o dentro de un bar, pero luego vamos hacinados en los transportes públicos o a los centros de salud, y ahí no pasa nada.

-¿Las actividades de fin de semana están dando sus frutos?

-Celebramos el amagüestu casi por homenaje a la tradición, y sí notamos que subió la moral de los clientes, pero ahora estamos limitados.

-¿Qué será lo próximo que se organice?

-Este año hemos pasado prácticamente a cero la actividad en Gascona, pero en noviembre tenemos programado una iniciativa conjunta con los World Cheese Awards en la calle, aunque no sé si ahora se podrá celebrar. También estamos pensando en hacer algo para Navidad, algo simbólico, como un brindis en los locales.

-¿Siguen trabajando con el Consistorio para mejorar la señalética de la calle?

-Sí, pero no es nada fácil. Le hemos dado una vuelta y ahora estamos trabajando con ellos en visibilizar el Camino de Santiago a su paso por Gascona de cara al Xacobeo 2021. Gascona tuvo su importancia en el Camino Primitivo, porque era la calle donde paraban los Gascones y los mercaderes, y vamos a tratar de señalizar esta ruta por su importancia histórica.

-Gascona es una de las pocas zonas de la ciudad que no pudo ampliar sus terrazas.

-A pesar de la buena disposición del Ayuntamiento, Gascona no se pudo acoger a esa medida, porque lindamos unos con otros, salvo pequeñas excepciones. No notamos la ampliación.

-¿Cómo recibe la posibilidad de que vayan a poder aclimatar sus veladores para el invierno?

-De cara al invierno, Oviedo no es Chiclana y si queremos tener a la poca gente que salga, necesitaremos aclimatarlas. Pero hay que ver cómo será esa medida, porque no es poner una estufa y ya está. No estamos como para realizar una inversión que caduque a los dos meses.