La Cocina Económica registra un repunte de usuarios, principalmente entre los jóvenes
Prieto explica que este verano batirán el récord al aumentar el número de chicos de 18 y 19 años y familias que acuden para poder alimentarse
La Cocina Económica de Oviedo lanza una señal de alarma ante el drástico y preocupante incremento de sus usuarios, registrando cifras récord este verano que superan significativamente las de años anteriores e incluso, dicen desde la institución, ciudades como la de Gijón. Con más de 24.000 servicios de comidas y cenas ofrecidos entre junio y la primera quincena de agosto, detectan el aumento de las necesidades de servicios básicos que sufren algunos ciudadanos en la capital asturiana, afectando llamativamente a jóvenes, de 18 y 19 años «que vamos a intentar canalizarlos ahora a partir de septiembre a través de cursos online o presenciales, porque hay chavalería que está en la calle y aquí siempre hay un plato de comida, pero tienen que hacer algo como buscar un primer empleo», y familias, según explicó su presidenta. Mar Prieto.
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Los datos facilitados dibujan un panorama de necesidad creciente: en junio se sirvieron 9.232 servicios (dos platos por ración). Además de las comidas en el comedor, se asistió a 123 familias con «carritos de compra» de productos sin procesar, incluyendo núcleos familiares con niños que no podían acudir a las instalaciones, y casos derivados por el Ayuntamiento de Oviedo. «Este año desgraciadamente ya hemos batido del récord en julio, algo que no nos pasaba antes, que eran los compañeros de la Cocina Económica de Gijón los que sufrían un poco más», expuso Prieto. Datos que atribuyó, en gran parte, a la «precariedad de sueldos».
En julio la cifra de servicios creció, con 9.274 raciones entregadas. El apoyo a familias con productos sin procesar experimentó un notable incremento, alcanzando las 168 familias atendidas.
Los primeros quince días de agosto la tendencia al alza se mantiene, con 6.207 servicios ya contabilizados en la primera mitad del mes. Esto lleva a la dirección a prever que agosto igualmente «batirá récord» en número de atenciones. Ante esta situación, la Cocina Económica sigue operando con un dedicado equipo de veinte voluntarios diarios, las incansables hermanas de la Caridad y su personal. Prieto enfatizó la importancia vital de las donaciones, por pequeñas que sean, para poder mantener el servicio y garantizar alimentos esenciales como pescado (servido dos veces por semana) y pollo.
90 kilos de fabes
En un gesto de solidaridad, la Unión de Productores de Fabas y Legumbres de Asturias – creada en mayo de 2025– ha donado 90 kilos de fabes a la Cocina Económica de Oviedo. Esta aportación llega en un momento crucial, ya que la institución ha registrado un verano récord en la demanda de sus servicios, evidenciando una creciente precariedad en la región sobre todo en jóvenes.
Francisco Pérez Puchal, de la Unión de Productores, explicó la difícil situación también del campo: «Llevamos dos años muy malos y se sacó lo que se pudo. Las sequías afectan a todo y ahora mismo somos un 15% menos de productores». A pesar de estas adversidades, que incluyen «la necesidad de investigar variedades más resistentes a plagas y convenios con el Principado», los productores han querido contribuir para ayudar a los más vulnerables.
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La Cocina Económica de Oviedo, nacida en 1888, se ha adaptado a innumerables crisis, pero la demanda actual es particularmente alarmante. Mar Prieto, su presidenta, expresó su preocupación y agradeció la contribución. «Esos pequeños donaciones son la salsa y el corazón» de nuestra labor, indicó.
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