La defensa dice que Carragal amenazó antes a sus agresores

En la jornada en la que se cumple el primer aniversario del ingreso en prisión de Jorge Cue, el llanisco investigado como causante del fallecimiento de David Carragal, cuando volvía de disfrutar de las fiestas de La Florida, la defensa ha hecho público su escrito de calificación. Consideran la muerte del profesor pixueto como un homicidio imprudente penado con un máximo de cuatro años de cárcel. La Fiscalía, mientras, solicita once años de prisión por homicidio y la acusación particular eleva la cifra a 16 por un delito de asesinato.

Ahora deben de ser el jurado quien determine cómo sucedieron los hechos porque entre las partes hay numerosas contradicciones. Una de las más importantes es si fue la patada que propinó Cue a la víctima o el golpe de Carragal contra la acera la que le causó las lesiones mortales.

El abogado de la acusación, Ángel Bernal, sostiene que Cue y sus dos amigos se acercaron a las 4.50 horas del 11 de junio del año pasado al grupo en el que estaba el profesor pixueto -iba acompañado de dos mujeres- para pedirles fuego y tabaco. Les dijeron que no tenían, pero ellos insistieron. Las chicas cruzaron la calle y el único encarcelado se posicionó de tal forma que David no podía ver lo que hacía.

Se puso, añade, como si fuese a «golpear un balón». El encarcelado es jugador de fútbol y zurdo y lanzó «desde atrás la pierna izquierda con enorme potencia». Le impactó en la zona «lateral derecha del cráneo provocándole la inmediata pérdida de consciencia». Cayó a plomo al suelo.

Esta versión difiere a la dada por la defensa de los tres investigados, que ejerce Gabriel Cueto. En su escrito apunta que el acusado de la agresión se dio cuenta en un momento dado que iba caminando solo. Sus dos amigos estaban hablando con Carragal y el clima era «de tensión». La víctima, supuestamente, les había amenazado: «Como las sigas mirando, os voy a rajar».

El llanisco le dio la patada con el «ánimo de apartar la amenaza a fin de proteger su propia integridad y la de sus acompañantes» y no sabe en qué lugar exacto le dio. Sin percatarse de que David estaba herido se fueron corriendo del lugar. «Huyeron rápidamente por miedo a ser perseguidos». A los tres dos jóvenes, uno de ellos estudiante de Auxiliar de Enfermería, se les imputa un delito de omisión del socorro. La acusación sostiene que se fueron de copas al Antiguo, dejando al joven profesor gravemente herido. La defensa alega que tras huir por temor a represalias se fueron a casa de uno de los investigados, en Colloto, y luego se despidieron. «Realizaron una vida ordinaria los días siguientes».

Los servicios de emergencias lo desplazaron con urgencia hasta el HUCA y allí estuvo ingresado durante una semana. Luchó por su vida y finalmente, a pesar de ser intervenido quirúrgicamente, falleció el 17 de junio.

Mientras, la Policía continuaba con la investigación. La pista de los tres investigados se perdió pocos minutos después de la agresión. No fue hasta una semana después cuando se personaron en comisaría. En un principio, según su abogado, creían que los hechos no tenían nada que ver con ellos. Se hablaba de que «seis jóvenes» le habían agredido y con el paso de los días encontraron «cierto paralelismo». Fue entonces cuando acudieron al abogado y después a la Policía para esclarecer los hechos Esta colaboración con la justicia piden que sea tomada como atenuante durante la celebración del juicio.