La fábrica de armas Trubia asumirá la construcción completa del 8x8 en tres meses

La intención de la factoría es comenzar aquí el octavo vehículo de combate, ya que el resto se hará en el sur de España: «La idea es que en la fase previa se completen los siete primeros vehículos en Sevilla para, posteriormente, en dos o tres meses, se hagan todos en villa cañonera», abundó Coto después de que el contrato del vehículo 8x8 fuese adjudicado a Tess Defence -la sociedad que lidera Santa Bárbara junto a Indra, Sapa y Escribano- por 2.100 millones de euros para la fabricación de 348 unidades.

Tras los siete blindados que deben entregar este año, el próximo la cifra ascenderá hasta los 34. El alcance de suministro contempla cinco variantes: la de Infantería (se fabricarán 219 unidades), la de Exploración de Caballería (58), la de Combate de Zapadores (49), la de Puesto de Mando y la de Observador Avanzado de Artillería (8).

El objetivo final es convertir la fábrica de armas de Trubia en la principal factoría en funcionamiento de Santa Bárbara Sistemas en todo el territorio español. El plan de reorganización de la compañía, que traerá a la villa cañonera la mayor parte de la producción que hasta la fecha se realizaba en la fábrica en Sevilla, supondrá que a en el cuarto trimestre de este año se asumirá aquí el ciclo de construcción completa de los blindados con la adopción del apartado de montaje e integración de sistemas, es decir, la fase final de construcción de los vehículos.

La reunión de productividad trajo otra novedad como es el hecho de que la construcción del vehículo blindado de combate AJAX seguirá aportando carga de trabajo a la factoría trubieca hasta al menos 2025 ya que «se ha tomado la decisión de realizar nuevas pruebas de funcionamiento del vehículo «lo que ralentizará su construcción», señaló Pablo Coto, del comité.

Para estar preparados para convertirse en la principal fábrica de Santa Bárbara Sistemas, la compañía «despejará» el taller de mecanizado de Trubia, y trasladará la moderna maquinaria a la nave donde se construía el blindado Leopardo. Así, la primera quedará libre para asumir la integración final de los sistemas de armas completos de los vehículos, entre ellos, el Dragón, una de las apuestas de futuro del Ministerio de Defensa español.