«Nuestra fiesta es un día en el que todos disfrutamos»
Los escasos vecinos de Pedreo, perteneciente a San Claudio, «luchan todo lo posible» para celebrar cada año el día de La Santina
COVADONGA DEL NERO
OVIEDO.
Lunes, 18 de octubre 2021, 00:21
Un pequeño caserío, situado en el sureste de San Claudio, parroquia a la que pertenece, apenas un par de casas se levantan en un entorno totalmente natural. Emplazado en la confluencia de los ríos Nora y Maxuca, se trata de un pueblo que en 1966 empezó una nueva historia alrededor de su fiesta de La Santina con el grupo montañero San Claudio, primero, y la antigua Peña Tahoces, hoy Peña Monteverde.
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«El día de La Santina es una cita en la que todos disfrutamos, olvidamos todos los problemas y lo pasamos en grande», explica Juan Suárez. En un principio, no contaban con capilla, pero el 8 de agosto de 1983 se colocó la primera piedra de lo que había de ser la Capilla de Nuestra Santina de Pedreo. Consistió en un bloque de cemento en cuya composición había un pedrusco de Covadonga, del Monsacro, del Naranco, de San Claudio y de los Picos de Europa recogidos por los montañeros del Grupo de San Claudio. «Ahora hay piedras de todas las partes del mundo, incluso del Nilo», explicó Suárez.
Esta fiesta «nos cuesta mucho sacarla adelante por todo lo que se nos exige». Aun así, los vecinos no cesan en sus esfuerzos por conseguirlo. «No queremos que muera». En ella, comen cordero a la estaca y ofrecen a los pequeños de la casa juegos y actividades para que se diviertan. «Vienen familias y tenemos que divertir a los críos», asegura.
Junto a la capilla, antes «un basurero», hay un amplio merendero que, desde el fin del confinamiento del pasado 2020, «se llena cada fin de semana de gente». Gente que disfruta en familia, amigos e, incluso, «se han celebrado comidas de cumpleaños aquí», asegura Yolanda González, una de las vecinas. También es constante el paso de ciclistas por la zona.
Accesos
A algo más de cinco kilómetros de Oviedo, para llegar hasta Pedreo es necesario ir por caminos estrechos en los que, en múltiples ocasiones, apenas caben dos vehículos a la vez. «Somos tercermundistas, a pesar de estar al lado de Oviedo», critica González. «Los caminos están llenos de baches y boquetes, y ya ni hablar de zonas donde deberían poner guardarraíles porque cualquier día hay una desgracia», añade.
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Y es que, asegura que, son «muchas las personas que se pierden porque el GPS les trae por aquí y vienen a velocidades que no son normales».
También dice que algunas de las luces de los caminos «no funcionan» y aquello se sume en una profunda oscuridad cuando cae la noche. Pedreo cuenta con una extensa naturaleza a todo su alrededor, incluso una cueva a la que, en su día se podía acceder. Desde la zona de esta cueva, ahora llena de maleza, se puede observar un paisaje único, que confluye la naturaleza y la autopista. «La verdad que es precioso».
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